•Un amor incondicional•(En Proceso)

•Capitulo 37•

Elena

¿Cómo lo sabía? ¿Cómo supo que me gustan las canciones de Harry Styles?

—¿Estas son entradas para uno de sus conciertos?—le pregunto mientras me siento para admirar la vista. Se ve hermoso desde aquí arriba, no sé cómo se le ocurrió a Pierce hacer una cita en el techo. Definitivamente está loco.

Por mí, ¡siiiii baby!

—Sí, si es la próxima semana son VP —dice también sentándose a mi lado.

—¿Cómo supiste que me gustan las canciones de Harry Styles? —pregunto dudosa acomodándome la chaqueta.

—Este... un pajarito me lo dijo —sonríe.

Si, un pajarito, esa fue Cristi o Osvaldo.

—Oh, está bien jejeje—digo encogiéndome de hombros. En ese momento, veo una cajita y pregunto.— ¿Y esto qué es?

—Ábrelo—me anima.

Abro la pequeña caja dorada y me sorprendo con lo que veo. No es un anillo de compromiso jeje, es un collar muy bonito, de oro y con una figura de una manzana.

Qué lindooooo
Ahhhhhhhhhh

—Qué hermoso, me gusta mucho, es muy bonito —le digo. —En serio, ¿una manzana?

—Me alegra que te haya gustado, y sí, es una manzana para que cuando lo uses, te acuerdes de mí —me dice.

—¡Qué preciosidad!

—Y lo mandé hacer especialmente para ti, es de oro de verdad.

¡Wow, oro de verdad! Ahora sí puedo morir en paz.
Chica, cálmate.

—¿En serio? ¿No estás bromeando, verdad?

—Claro que no estoy bromeando.—me sonríe y me sonrojo, es muy lindo.—Es para ti, ponte esto o te ayudo a colocártelo.

—Gracias, está bien —digo e inclino mi cabeza para que él me ayude a ponerlo—. ¿Cómo me veo?

—Te queda muy lindo, ahora eres más hermosa.

¡Ahhhhhhhh, Dios!

—No digas eso, mira cómo me veo. Estoy en pijama, esto no es ser perfecta.

—Para mí lo eres, dice pasando su mano por mi mejilla. Se siente tan cálido que me sonrojo. Pierce hace que me ponga nerviosa.

—¿Y cómo hiciste esto?

—Bueno, tuve que pedir ayuda a algunas personas y listo.

—Ajá, dime ahora.

—No, es un secreto y lo sabrás en su momento.

—Oye, pero ¿esto no es todo, verdad? Solo estar sentados aquí y listo.—dice alguien confundida, aunque me gustó mucho su regalo, tengo que hacerle uno a él.

—No cálmate esto no es todo—me sonríe.

Está bien, Elena, cálmate.

—¿Quieres pizza? —dice destapando la caja de pizza que no había visto, ¿de dónde salió? Bueno, seguro no la vi, estaba concentrada con mi chico.

—Sí —y me da una rebanada— Mmm, está rica, es de queso con salchichas.

—Sabía que te iba a gustar —dice, y luego le da una probada a su rebanada.

Esta es una de las mejores citas a las que he ido, para ser la primera me gustó.

—¿Quieres refresco?