•Un amor incondicional•(En Proceso)

•Capítulo 25•

Narrado por Pierce

Elena... Elena.... ¡Ya no me quiere! ¿qué puedo hacer para que vuelva a creer en mí? ¿Qué?

—Joven Pierce, es hora de despertar, va a llegar tarde al instituto —escucho decir a la sirvienta, y me despierto adormilado y reacciono inmediatamente.

—¿Cómo? ¿Qué hora es? —me levanto apresuradamente.

—Son las 6:00 a.m, joven —dice.

—¿Cómo? —digo— ¡Voy a llegar tarde a clases, mi padre me va a matar!.

Me doy una ducha lo más rápido posible. No quiero llegar tarde y seguramente me van a sancionar.

Muévelo, amiguito.

—Aquí tiene su desayuno, joven.—me dice la sirvienta.

—Déjalo ahí, ya salgo.—digo después de terminar de ducharme. Me pongo mi uniforme y me arreglo. Pienso en lo de ayer y me dan ganas de salir corriendo detrás de Elena, pero ella no quiere saber de mí. Quisiera saber quién fue la que le llenó la cabeza de ideas falsas sobre mí, lo descubriré. Desayuno y llevo dinero para comer algo durante mi tiempo libre. Terminé de arreglarme y agarro mi mochila bajo las escaleras a toda velocidad. Miro la hora y son las 6:20, todavía tengo tiempo. Subo a mi moto y me dirijo a la casa de Marcos a buscarlo. Llego de inmediato porque él vive a unas cuantas casas de la mía.

—¡Marcos!— gritó—¡Vámonos!

—¡Voy!—me grita—pensaba que no ibas a venir, bro.

—Súbete ya que vamos tarde.—le digo.

—Ok, vamos.— se sube y luego arranco a toda velocidad. —Oye, bro, cálmate, si frenas voy a salir volando.

—Bueno, está bien, pero agárrate— le digo mientras bajo la velocidad.

En moto uno llega rápido, así que en un abrir y cerrar de ojos llegamos al instituto. Marcos se baja y yo también, le pongo el seguro a la moto y quito las llaves. Ajusto mi mochila, arreglo mi cabello y estoy listo. En ese momento veo a Elena.

Qué linda se ve.

El uniforme le queda muy bien....

Me mira fijamente y luego se va con Verónica.

—Bro, vamos a entrar —me dice.

—Ok —digo.

—¡Ey! Pierce— escucho que alguien me llama y volteo.

—¡Erick! ¿Cómo estás, bro? — estrechamos nuestras manos.

—Tiempo sin verte — me dice — Muy bien, algunos viajes pero todo bien. Y me parece que tú has estado muy bien.

—Yo igual digo lo mismo, jejeje, uno nunca cambia. — y nos damos un fuerte abrazo como hermanos.

En ese momento llegó Marcos.

—¡Parcerito! ¿Cómo estás?—le dice Marcos a Erick chocando sus puños.

—Muy bien, pana—le responde—Oigan, vamos a entrar porque si no, nos van a sancionar como el año pasado, ¿se acuerdan? —nos dice.

—Cómo no me voy a acordar, jaja—le digo.

El año pasado fue de locos porque nos sancionaron a Erick, a Marcos y a mí. Somos como los malos conducta del instituto. Aunque tengo buenas calificaciones, mi conducta es la peor.

Entramos al instituto y vemos dónde tocaremos como siempre, toqué con Marcos y Erick en el aula A.

Suena el timbre y nos formamos en fila. Desde mi lugar puedo ver a Elena, se ve tan bonita. Me gustaría abrazarla, pero está prohibido, y sé que no me lo permitirá. Dejo de mirarla porque el profesor que más detesto se acerca.