Elena
El inicio de clases ya ha comenzado. La bienvenida fue un protocolo y más aburrido de lo que me esperaba. No estoy seguro de si asistiré a la próxima fiesta. Continuando... Como siempre, comienzan los exámenes ¡y eso es lo que más odio! Pero bueno, sigo explicando, los profesores son estrictos y especialmente la profesora de matemáticas. He decidido enfocarme más en su clase y no meterme en problemas, tal como me dijo mi madre. Tengo que hacerle caso, ella tiene mucha razón. Ayer, al ser mi primer día, me castigaron y la verdad es que a mi madre no le gustó. Así que voy a estudiar mucho, mucho.
-Señorita Elena Cooper- me llama la atención la profesora de filosofía.
-Eh, aquí estoy, profe -digo levantándome.
Todos me miran como si fuera un bicho raro.
No le des importancia, nena.
-Estoy pasando lista, señorita Cooper. No te estoy llamando la atención. Siéntate, por favor. La clase está por comenzar -dice.
-Está bien, profesora -digo sentándome con algo de vergüenza. Esto es culpa mía, he estado distraída en todas las clases. ¿Por qué? Bueno, por esa loca de Lucrecia. No pude dormir en toda la noche pensando en lo que me dijo. ¿Se atreverá a hacerme algo? No lo sé. Como no dormí bien, estoy distraída. Me levanté súper tarde y casi llego tarde al instituto.
-Eli, ¿qué te pasa? Has estado distraída en todas las clases -me pregunta Cristi en voz baja.
-Cosas que tengo en la cabeza, Cristi, y a las que no les di importancia.
-Y eso tiene que ver con Pierce, ¿verdad? Le contaste todo, no me dijiste nada ayer, amiga mala, cuenta, anda.- dice mientras me da un pequeño empujón.
Esta amiga mía es muy chismosa,
pero sigue siendo mi amiga.-No es por eso, luego te cuento cuando tengamos una hora libre, ¿sí?- le digo controlándola.
-Si está bien eli...
Terminó la clase y teníamos una hora libre. Salimos del salón y la profesora de filosofía no dejó algunas lecturas para leer, las discutiremos en la próxima clase.
-Ahora cuéntame, ¿qué pasó ayer? - me dice insistente.
-Vamos a desayunar y te cuento. Como me levanté tarde, no desayuné nada, traje dinero para comer algo.
-Okiss, vamos a la tienda de comida... rápido.
Llegamos y nos sentamos en una de las mesitas que estaba vacía y pedimos algo para comer.
-Te cuento... tuve que mentirle a Pierce, ¿sabes? No quiero tener más problemas con Lucrecia , que está loca y obsesionada con Pierce. Por eso decidí ser solo amiga de Pierce y nada más.
-¿Cómo? En serio, no le dijiste nada? -se cruza de brazos.
-Es verdad, le dije una mentira y ya está, solo somos amigos, pero lo más insólito fue cuando estaba llegando a mi casa. Esa loca de Lucrecia me amenazó.
-¿Qué es eso? Esa loca se volvió completamente loca, te lo dije, Eli, tiene un tornillo suelto, así que tienes que decírselo a tu mamá, y también Pierce debe saberlo.
-Pensaba decírselo a Pierce, pero creo que solo quiere asustarme, y a mí no me da miedo esa loca.
-¡Hola hermanita! ¡Hola Cristi! ¿Cómo están? -dice Vero, sentándose con nosotras.- ¿Cómo les va en sus clases? Hermana, no me dijiste que las castigaron ayer. Se pasaron, apenas es el primer día y ya tienen un castigo.
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•Un amor incondicional•(En Proceso)
Romance-Te amo- dice él con una sonrisa muy tierna. No sé qué está pasando en este momento. El chico que me gusta me está confesando su amor por mí. -Yoo....-no sé qué decir. -No me contestes ¿sí?-dice- Solo piénsalo y luego me dices. Él se va de mi habit...