Elena
Después de lo de ayer, ¡no puedo creerlo! Mi papá volvió a mi vida así como si nada, igual no me molesta en absoluto, es mi papá, ¿qué más da?
—Hija, el desayuno está listo, despierta, se te va a hacer tarde.
Al escuchar a mi mamá, me despierto lentamente con mucho sueño, me miro al espejo y me peino. Luego, voy a cepillarme los dientes, tomo una ducha y me arreglo.
—Ya voy, ma —digo colocándome mi ropa.
—Se te va a enfriar la comida, mi niña.
Termino de arreglarme y salgo a desayunar.
—Buenos días, se ve delicioso el desayuno —digo con mucha hambre.
—Come, mi vida, me tengo que ir ahora porque tengo la tarde libre y la noche.
—¡Ah, qué bien mamá! ¿Esta noche vamos a ver películas? —le digo muy contenta.
—Sí, mi vida, me voy. Cuídate —me da un besote en la mejilla y se va.
—Hasta luego ma —digo y luego se fue.
Después de un rato, me dirijo al restaurante y alguien toca el timbre, así que abro la puerta.
—Sí, diga.—y cuando veo, es mi papá ¿qué hace él aquí de nuevo?
—Hola hija, ¿cómo estás? —dice mi papá mirándome fijamente.
—Bien papá, ¿y tú? ¿Cómo estás? —le digo sonriendo.
—Muy bien hija, me alegro de que estés bien y ¿tu mamá se encuentra? ¿Necesito hablar contigo de algo? —me dice.
—No, no se encuentra mi mamá, papá. Si quieres, pasa, estás en tu casa —dije dejándolo entrar.
Nos dirigimos a la sala y él se sienta, yo hago lo mismo.
—Dime, papá.
—Hija, sé que apenas estás empezando a conocerme y quiero que estudies en un instituto, saques tu bachillerato y no trabajes por las mañanas. Yo te pagaré los estudios, solo quiero que estudies. Por favor, no me niegues esta oportunidad de recibir una buena educación.
No sé qué decir, la verdad, me quedé sin palabras por un momento.
—Eee... Está bien, papá, necesito estudiar y de verdad mi mamá no se va a negar —dije— Pero de todos modos, seguiré trabajando, ¿vale?
—Está bien hija, no tengo ningún inconveniente.—dice.
Luego de un buen rato charlando con mi papá, me contó que tenía una hija de mi misma edad, que es mi hermana y se llama Verónica. Él me dijo que en algún momento la iba a conocer.
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Después de un rato, estoy en el restaurante de Don Ernesto. Le conté lo que pasó ayer y por eso tuve que irme muy rápido. Él se quedó asombrado, nunca supo quién era mi papá hasta ahora que se lo estoy diciendo.
—Pero ese señor es muy importante, mija —dice sorprendido.
—¿Por qué lo dice, don Ernesto? —digo muy dudosa.
—Ése señor Felipe es muy importante aquí en Nueva York. Tiene muchas empresas de producción de alimentos y una marca de autos, es muy rico.
La verdad es que me quedé asombrada, nunca imaginé que mi padre fuera multimillonario y además un empresario tan importante.
—Wow, Don Ernesto, no puedo creerlo...— dije muy sorprendida. — Mi padre es muy importante, pero ¿qué tiene eso que ver conmigo? A mí no me interesa su dinero ni nada por el estilo, solo quiero su cariño, algo que nunca recibí. Solo tengo a mi madre.—dije un poco triste.
—No, hija, no es solo por el dinero, solo acéptalo, es tu vida —dice—. Y también, si él quiere darte lo que nunca te dio, acéptalo. Tú me dijiste que se veía muy arrepiento de lo que pasó, y te está diciendo que estudies en un buen colegio y que seas una persona decente, estudiosa y exitosa en esta vida, solo él te lo puede dar. Nosotros, los pobres y humildes, no podemos. Hija, estudia y sé una gran profesional.—luego me abrazó.
—Ay, gracias Don Ernesto, usted es como un abuelo para mí, lo quiero mucho—Y le doy otro abrazo pero más fuerte.
Después de un rato de hablar con Don Ernesto, me dedico a atender a los clientes. Las personas que vienen aquí son muy amables, no como ese chico de cabello castaño. Me da igual, ese chico está loco.
Pero él chico de cabello azabache no verdad jijij.
Ay ya Elena basta él nunca va a volver a venir otra vez.Y es como si el universo esta vez estuviera de mi parte, lo veo entrar al negocio y me pongo nerviosa y asustada. Se sienta en una mesa y me dirijo a esa mesa.
—Hola, buenos días. Bienvenido a la...— Me interrumpió.
—No tienes que decir lo mismo siempre. ¿No te cansas de repetirlo cada vez que viene un cliente? —dice el chico.
—Ah, pero ese es el lema que quieres que haga, y sí viene un cliente que es extranjero y no sabe nada.—dije rodeando los ojos de mala gana, y él lo notó.
—Lo dices en inglés y listo jeje —dice él bromeando—qué linda te ves cuando te pones así.
—Ah, no me da risa —dije y me pongo nerviosa con él último comentario—, ¿y qué vas a pedir?.
—A tí —dice muy tranquilamente.
—¿¿Cómo??—dije yo, asombrada—No estoy en el menú y no soy cualquier persona cómo tú piensas, así que no vas a pedir nada. Me retiro—dije y en ese momento en que me estoy retirando, me agrada del brazo.
—Oye, es una broma, no te pongas así. Mi nombre es Pierce—dice con una sonrisa.
Así que el chico desconocido, que ya no es desconocido, se llama Pierce. Ahhhhh, qué lindo nombre jijiji.
¡BASTA! Controlate.
—Ah, okay. —Me safo de su agarre.
Sigo mi camino y él me detiene.
—Oye, ¿no me vas a decir tu nombre? —dice él con una sonrisa encantadora que derrite a cualquier persona menos a mí.
Ay, Elena, ni eso te lo crees.
—Ah... mi nombre es Elena —dije con pena— así que Pierce, me voy, tengo que trabajar, con permiso —dije nerviosa.
—Oye, Elena —dice.
Dijo mi nombre, ¡ay, Elena, cálmate por favor!
—¿Quisieras dar un paseo conmigo en mi moto? —dijo él sonriendo— ¿Sí?
—Ah, no sé. —dice—No puedo. —mentí— estoy ocupada.—vuelvo a mentir.
Pero sí estamos ocupadas. Ñeee
—Anda, dale, sí es solo un paseo rápido —dice.
—No, lo siento —me fui a atender a otros clientes.
Él no volvió a insistir. Lo vi a lo lejos y se montó en su moto y se fue.
Qué creía, ¿que iba a convencerme tan fácilmente? Yo no soy fácil, si él creía eso, yo no soy cualquier persona. Quién sabe si quiere engañarme, ¿y si es mujeriego? ¿y si tiene novia? ¿y si me pasa lo mismo que a mi mamá? No, Elena, no vas a caer tan fácilmente.
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Holisssss<3🤸🏻♀️
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Se les quiere ♡Chauuuuuu<3♡
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•Un amor incondicional•(En Proceso)
Romans-Te amo- dice él con una sonrisa muy tierna. No sé qué está pasando en este momento. El chico que me gusta me está confesando su amor por mí. -Yoo....-no sé qué decir. -No me contestes ¿sí?-dice- Solo piénsalo y luego me dices. Él se va de mi habit...