Elena
Me siento muy feliz de haber regresado al instituto, pero necesito averiguar quién alteró los resultados de mi examen.
Piensa, Elena, piensa.
Osvaldo no me ha llamado, así que seguro que no ha averiguado nada.
—Cariño, te estoy hablando —las palabras de Pierce me sacan de mis pensamientos.
—¿Ah, sí? ¿Qué pasa?
—Que ya tengo algunas cosas para esta noche.
—Ah, muy bien. Perdona por no prestarte atención, es que estaba pensando en mi examen y en quién habría alterado los resultados.
—Yo lo sé, cariño. Pero ya sabremos quién fue, sí.
—¡Elenita!—escucho la voz de Osvaldo.
—Osvaldo —lo saludo, y se acerca a donde estamos.
—Tengo algunas pruebas de que Lucrecia hackeó la computadora de la profesora.
Pierce y yo nos quedamos sorprendidos.
¡Lo sabía!
—Oye, pero no hablemos de esto aquí. Vayamos a hablar con la profesora.
—De acuerdo, nena, aquí tienes lo que investigué y aquí está la computadora —me la entrega con unos papeles—. No puedo acompañarte. Tengo que hacer algunas cosas.
—Gracias, Osvaldo— lo abrazo —por supuesto, lo entiendo.
—Ajá—escucho a Pierce decir. ¿Se puso celoso?
—Oye, cariño, no te pongas celoso. Eli es mi mejor amiga, así que no te preocupes.— le guiña un ojo y se va.
—¿Estás celoso de Osvaldo? Él es gay, ¿no lo sabías?
—Sí, sí lo sé.
—Si estás celoso.
—Bueno, sí, pero él es más pasable que ese tal Benjamín.
Mi chico de ojos verdes está celoso, ¡jijiji!
—Está bien, pero no estés celoso, ¿vale? Y también Benjamín se fue a Londres, solo estaba de vacaciones.
—Bueno, está bien, cariño. Me tengo que ir, tengo clase. Nos vemos a la salida, ¿vale?
—Obvio. —Le doy un beso en la mejilla y se va.
Me dirijo a la entrada muy contenta y veo a muchas chicas agrupadas hablando. No veo a Cristi ni a Vero. A la que veo es a Lucrecia, que me mira como si me dijera “cuídate, estúpida”.
Estoy absolutamente seguro de que fue ella quien me envió esa carta y que hackeó el ordenador de la profesora.
Estoy seguro de que ella me envió la carta y pirateó el ordenador de la profesora.
Al entrar en clase, veo a la profesora Carmen.
—Señorita Cooper, la llamé con la mente —me dice al verme entrar.
—Ah, pensé que aún no había llegado, profe.
—¿Consiguió algo señorita Cooper?
—Sí, aquí tiene todo. Este documento dice quién Hackeo el ordenador y todo.
Le entrego el documento y su computadora. ella se queda sorprendida.
—No puedo creerlo.
—Profe, mis sospechas no fueron solo calumnias, eran ciertas.
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•Un amor incondicional•(En Proceso)
Romance-Te amo- dice él con una sonrisa muy tierna. No sé qué está pasando en este momento. El chico que me gusta me está confesando su amor por mí. -Yoo....-no sé qué decir. -No me contestes ¿sí?-dice- Solo piénsalo y luego me dices. Él se va de mi habit...