Miki y Cielo Mágico trabajan en un circo. Un día, por casualidad, las dos llegan a la fundación BB...
Dónde... ambas descubren secretos escondidos por años.
Y donde... las dos descubren el amor por primera vez.
Empezada: 26/05/23
Terminada: 24/01/24...
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MIKA ESCRIBÍA EN SU CUADERNO, sentaba afuera de la mansión, cuando sintió unos pasos aproximándose a ella, seguidos de una voz.
— Disculpame, estoy buscando a una tal Miki. — La castaña se paró de su lugar, y miró al cachetón ilusa.
— ¿Estás gracioso vos? — Dirigió su vista al ramo de flores que tenía Nacho en las manos. — ¿Y eso? — Cuestionó confusa.
— Para vos. — Se lo entregó. — No me presenté... — Extendió su mano. — Nachito Perez Alzamendi.
—¿Por qué me regalas flores a mí?
— Bueno nada, pasaba, te ví y dije "¿Cómo puede ser que no le regalen flores a una chica tan linda como vos?" — Ella soltó una risa irónica.
— ¿Y a vos quién te dijo que nadie me regala flores? — Se las entregó, mientras empezó a caminar para irse.
— No, para para, no te vayas así, escuchame, aunque sea llevatelas. Digo, ¿No te gustan los juegos?
— ¿De qué hablas?
— Presta mucha atención, eh. — Sacó una moneda de su bolsillo. — Mira, yo en esta mano tengo un peso. — Le mostró su palma derecha. — Y en esta, un beso. — Indicó la izquierda. — Ahora. — Cerró los puños. — Elegí.
—... Esta. — Tocó su puño derecho.
Pero al abrirlo, la mano estaba vacía.
— Te ganaste un beso, linda. — Agarró su cara y la acercó a ella.
La castaña intentó entender la situación, y antes de que Nacho junte sus labios, la chica cayó en la realidad.
— Epa epa, no nos desubiquemos, eh. — Se alejó.
— Bueno para, pero si yo no te doy el beso que vos ganaste vas a pensar que soy un estafador.
— No te preocupes, me importa poco y nada lo que hagas. — Agarró las flores. — Igual gracias... — Y sin decir más nada, entró a la mansión, antes de que el chico la siga.
【🖇🖇】
Después de preparar las cosas, Miki junto a los chicosesperaban a Nico, para así poder irse de expedición.
— ¿Qué hace Nico que no viene? — Espetó Rama.
— ¡Vos, la reina de las vagas! — Justina señaló a Mar. — Te necesito.
