Miki y Cielo Mágico trabajan en un circo. Un día, por casualidad, las dos llegan a la fundación BB...
Dónde... ambas descubren secretos escondidos por años.
Y donde... las dos descubren el amor por primera vez.
Empezada: 26/05/23
Terminada: 24/01/24...
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DESPUÉS DE LA FIESTA, LOS CHICOS CAYERON PRESOS, por haberse agarrado a las piñas. Pero nuevamente Cielo los rescató, sacandolos de allí casi de inmediato, pero no a todos, ya que Barto había obligado a Mar a quedarse ahí varada.
Pero esto, no había sido en vano, ya que en esa misma celda en donde Mar había estado detenida, se encontró con La Flaca, una amiga antigua que parecía saber de su pasado.
—... Entonces, La Flaca tendría unos ocho años cuando me dejaron en la capilla, más o menos.— Explicó Mar, mientras las tres caminaban hacia la comisaria.
Miki tenía su propio dilema, ya que le había dado el teléfono de Mar a Facha, y todavía parecía no haberle mandado ni un mensaje.
— ¿No lo tendrás en vibrador? — Cuestionó Miki dispersa.
— Es verdad, por ahi no lo escuchamos... — Apoyó Jazmín a su amiga, ya que también esperaba una llamada, solo que esta vez de Nacho.
— No, no sonó, y si no les interesa mi historia diganme...
—No no Mar... Esta bien, seguí.
— Si, ¿Y qué pasó?¿Qué te dijo cuando te lo encontraste en la cárcel? — Siguió Jaz.
— ¿Te dijo algo?— Preguntó ahora Miki.
— Si...Que mí vieja no me dejó en la capilla al final... Me dejó un tipo.
— ¿¡Y!? — Dijeron las dos al mismo tiempo.
—¡No, no sonó el teléfono!
— ¡Para... te estabamos hablando de la flaca!— Aclaró Miki, mientras Jaz asentía con la cabeza. — ¿Un tipo?¿Qué más te dijo?
— No, nada más, justo llegó el policía y me largaron a mi, y ella salió. Y acá estoy, para que me cuente.
—Bueno buenísimo, bien.— Concluyó la gitana. —... ¿Tiene batería? No es por ser pesada, eh, pero yo sé que soy insistente...
—¿Sabes que? Te pusiste tonta, desde que estas con el cheto...
— ¿¡Yo!?
— Si, ¿O no Miki? — Las dos chicas la miraron.
— Si, ¿No?...Si estas tonta, vas a terminar estrellada contra una pared. Yo sé lo que te digo.
— Pero, ¿Por qué? ¿No me puede gustar? — Se defendió. — Aparte, ¿A mi me decís?¿Y vos con Facha? — Rió.
— ¿Perdón? Yo no estoy de novia, ni nada.
— Bueno, eso es peor...
— ¿Esto te lo regalo él? — De repente preguntó Mar, agarrándole el brazo, donde tenía una pulsera.
