Miki y Cielo Mágico trabajan en un circo. Un día, por casualidad, las dos llegan a la fundación BB...
Dónde... ambas descubren secretos escondidos por años.
Y donde... las dos descubren el amor por primera vez.
Empezada: 26/05/23
Terminada: 24/01/24...
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NUEVAMENTE, MIKI SE DIRIGIO AL SALON de baile, ya que había dejado olvidado su teléfono el día anterior.
Antes de entrar al lugar, al pasar por ahí se encontró con Rama sentado en uno de los puffs, junto a una mujer con la que hablaba.
—¿Rama?—Pronunció sorprendida, al verlo en la casa.
El rubio abrió sus ojos sorprendido, mientras que ella le dirigía una mirada a la mujer.
—¿Qué haces?¿Quién es ella?
El chico se apuró a acercarse a Miki, y antes de que pueda seguir hablando, le tapó la boca con su mano.
—¿Estásahímamá?—Se oyó un voz del otro lado del teléfono.
—Si Aleli, acá estoy, pero ya te tengo que cortar. Chau, te amo.—Dijo la mujer.
La gitana abrió sus ojos con sorpresa. Y al momento en que la llamada acabó, Rama destapó la boca de la chica.
—¿Todo bien?—Preguntó la rubia mayor.
—Si, vos anda. Gracias enserio, y que no te vea nadie...
Mientras la mujer salía del lugar, Mika mantenía su mirada interrogante hacia el rubio.
—Habla, dale.—Dijo el, después de que se haya ido la otra rubia.
Miki soltó un suspiro ironico.
—Sos de lo peor Rama...—Habló, mirándolo.—Y no te lo digo por Aleli.—Empezó a caminar, adentrándose más al salón.—No te entiendo. Desapareces, te vas con Mar a su casa, no me decis nada, te llamo y me hablas raro, ahora volves y ni me avisas.—Se sentó en un escalón de madera.—Yo puedo entender que estés mal, enserio que si, hasta puedo entender que prefieras estar con Mar y conmigo no, puedo entender que necesites irte de acá...—Lo miró.—Lo que no entiendo es lo que pasa con nosotros.—Rama se sentó frente a ella.—Antes de todo esto estábamos bien; Mar estaba con Thiago, vos conmigo, felices... Te juro que no entiendo que te pasa. Parece que no me queres más.
—No, estas mandando cualquiera, no es así.—Se apresuró a hablar.—Ya sé que hice todo mal, ya lo sé.
La castaña se quedó en silencio, mirándolo apenada.
—No bueno, todo mal no...—Suspiró.—Ya sé que este tema con tu mamá puede ser muy doloroso, pero te siento lejos de mi, y justo ahora que es cuando más te quiero ayudar.
—Ya sé, y tenes razón, te descuide a vos, a Aleli, a mi vida. Perdón.
—Mira, yo no quiero que nos separemos cada vez que pasa algo, y después volver porque sabemos que no podemos estar separados, ¿O no?―Rama negó con una pequeña sonrisa.―Bueno por eso, tenemos que...-
