Miki y Cielo Mágico trabajan en un circo. Un día, por casualidad, las dos llegan a la fundación BB...
Dónde... ambas descubren secretos escondidos por años.
Y donde... las dos descubren el amor por primera vez.
Empezada: 26/05/23
Terminada: 24/01/24...
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— Mar, te digo que juega a dos puntas.
—Y yo te digo que deliras, Miki.
—¿Cómo que deliro?¿Querés que nos pongamos a contar? Mira, besito, cartita, manito.
—¡No son pruebas! No podes ir con un planteo a Rama así, nunca.
—¿Cómo que no puedo? Juega a dos puntas, tengo que hacer algo.
— ¡Miki sé clara! Lo que tenes vos son celos de Brenda, estas celosa de Brenda. Admitilo.
— Si ya se, yo te dije eso.
— Y bueno entonces bancate el lugar que te toca, nena.
— ¿Cómo el lugar que me toca?
— Déjalo que sea feliz.
— Eh, mira Mar, yo hice mucha fuerza para aguantarme esto, pero no puedo, ¡Rama tiene que cortar con esa mina! — Dijo, para salir corriendo de la habitación, seguida de su amiga, que iba detrás suyo.
En ese momento, Thiago salió del otro lado de la puerta en el que estaba escondido.
— ¿Rama jugando a dos puntas?¿Y con Miki?
Los chicos le festejaron el cumpleaños a Cristóbal, en un intento de distraerlo, para que no pensara en el juicio, ya que probablemente este sería el último cumpleaños que pasaría con Nico.
Rama y Miki arreglaban la mesa, mientras el resto bailaba en la sala.
— Pobre Cristóbal, debe tener un mambo en la cabeza.
— Y si, quiere estar con su papá, que es lógico. Como Alelí... — Agregó el Ordoñez entristecido. — A veces me olvido cuanto la necesita a mi vieja.
— No, no te olvidas Rama. Pero sabes que no podés hacer nada...
— Si, puedo hacer más. No me puedo resignar... Y vos tampoco te tenés que resignar, tenés que buscar a tu familia.
— No, otra vez con eso no. Ya me convencí que esas cosas para mí no existen. Lo que me tocó es vivír con una parte de mi desconocida, guardada en algún lugar de mi cabeza.
—Bueno pero por eso, todo está en tu cabeza pero tenés que tratar de encontrarlo, ¿No te acordaste de nada más? — Interrogó el chico.
— Si fuera así serías el primero en saber. — Dijo, provocando una muy pequeña sonrisa en el chico. —Pero no... — Hizo una pausa. — Igual, primero me gustaría ayudarte yo a buscar a tu mamá.
