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NARRA JUNGKOOK.
— Ay, mierda —escucho algo chocar con el suelo.

Me muevo sobre la cama. Aún podía sentir el frío que pasé al estar bajo la lluvia, y lo bien que me sentí al estar abrazando a ________ durante una noche entera. Esta era la buena decisión, yo quería poder estar así durante el resto de mi vida con ella.

Abro mis ojos. Mi padre ni siquiera pareció enfadado cuando le dije que me negaba a ese casamiento, simplemente me dijo que agarrara mis cosas y me marchara. El refugio fue el primer lugar al que fui, estuve pensando que quizás podría quedarme allí un tiempo, pero me quedé paralizado en la puerta.

De nuevo volvían a rechazarme. En estos momentos mi madre siempre estaba ahí para abrazarme y decirme que todo estaba bien, por eso mi corazón se aceleró tanto cuando fue ________ la que lo dijo anoche mientras me abrazaba.

Supongo que aquel señor anciano la llamó, le había visto preocupado por mí. Parecía no habérselo pensado para venir a buscarme, sabía que elegirla a ella era la mejor de las opciones.

Podría buscar otro trabajo, está vida de millonario no era a lo que siempre estuve acostumbrado, ya viví entre cartones antes, no era nada nuevo.

Me incorporo sobre la cama pasando mi mano por mi pelo. ________ estaba de pie junto a la mesa, la cual parecía estar repleta de comida. Me daba la espalda, y ya no llevaba un pijama, sino la ropa casual que siempre solía vestir, esa ropa que me hacía recordar al tiempo en el que no veía joyas por todas partes; los días en los que mi madre vivía y yo era feliz por eso.

Se gira mientras masticaba. Me mira fijamente.

— Estás despierto —sonríe acercándose— ¿Dormiste bien? Puedes seguir durmiendo si estás cansado —se queda a mi lado.

— Estoy bien así, gracias —la miro, seguía sonriendo de forma amable.

Sabía que si le decía que ella era la razón por la que había renunciado a aquel dinero y poder, seguro que me golpeaba y me obligaba a volver a casa de mi padre, por eso mejor era callarme para que me dejara quedarme a su lado.

— Vamos, ven —toma mi mano y comienza a tirar de mí hasta conducirme a la mesa. Me obliga a tomar asiento— He preparado todo este desayuno —dice con orgullo.

Era un desayuno bastante contundente. Había prácticamente de todo ahí.

— ¿Lo has hecho tú todo? —la miro.

— Sí, hice de todo porque no sabía que solías desayunar —va hacia la cama— Tuve que decirle a las cocineras que quería dar clases de cocina y por eso quería hacer el desayuno yo hoy —ríe dejando una manta sobre mis hombros. Aún estaba cuidando de mí— Come —toma asiento. Ella comienza a comer pero yo seguía mirándola embobado, era demasiado hermosa como para no mirarla— Jungkook, no me hagas darte de comer como si fueras un niño, por favor —me mira— No sería amable.

Sonrío agarrando los palillos. ¿Cuándo se había despertado para hacer todo esto? Realmente sí sabía cómo cuidar a alguien y elevarle el ánimo, ya ni siquiera me sentía triste.

— Está muy bueno —celebra sonriendo.

— ¡Pues come todo lo que quieras! —deja frente a mí un plato de tofu con salsa de soja sazonada.

Mi corazón se sentía tan vivo teniéndola delante que podría abalanzarme hacia ella y amarrarla a la cama para que no saliéramos de aquí nunca. Era increíble, y seguro que a mi madre le hubiera encantado conocerla.

¿Cuándo podría decirle lo que sentía sin sentir miedo de que se fuera a distanciar? Eran palabras fáciles, solo tenía que decirle que me gustaba, pero no podía arriesgarme. Solo eran dos simples palabras.

Elastic Heart  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora