Elastic Heart ©JJK

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NARRA JUNGKOOK.
Suelto la lata vacía de cerveza sobre la mesa antes de dejarme caer sobre el respaldo del sofá. Había estado demasiado ocupado estos días.

Después de irme de casa de _________ vine hasta la mansión de Jin, vivían relativamente cerca. Él se encargó de reunir al resto de mis amigos para que pensáramos algo y ahora estaba quedándome en una habitación de su casa.

— ¡Ya se! —miro a Hoseok— Puedes quedarte en mi apartamento de Gangnam.

Niego haciendo que suspirara. No quería aprovecharme de los demás, tenía bastante dinero ahorrado, pero si compraba un apartamento entonces me quedaría sin dinero pronto. Si me decidía a tener casa propia entonces debía buscar algo para ganar dinero.

Ahora todas mis cosas estaban aquí en casa de Jin, él había mandado a sirvientes a por todo lo que era mío, así no tendría que acercarme allí.

— Compraré un apartamento en una zona buena, luego pensaré como hacer más dinero.

— Hablas como si fueras a meterte a la mafia —se burla Yoongi. Le miro fijamente— Estás loco, ese mundo es una basura —sonrío.

— Yo puedo mostrarte algunos en venta —Taehyung toma asiento sosteniendo una botella de tequila para llenar su vaso— También quiero comprar uno para blanquear dinero.

— Taehyung, deja de hacer cosas ilegales, tu padre te matará si descubre que sigues en apuestas —Namjoon estaba leyendo un libro con unas gafas puestas.

— Llévame a una de esas apuestas —me miran— Allí puedo ganar dinero.

— No —Namjoon me regaña— Esos mundos son perseguidos por la justicia, Jungkook.

— Deja al chico —Taehyung me entrega un vaso con tequila— Allí podrá ganar dinero rápido.

— Eso es lo que quiero... quiero que ella vea que me va bien —miro el líquido en el vaso.

— ¿Desde cuando no la ves? —aprieto mis labios hacia la voz de Jin.

— Tres días... desde que estuve en su casa.

— ¿Enserio sigue sin darse cuenta de que ella es el motivo por el que has renunciado a la segunda mayor herencia de no sólo el país, sino el continente entero? —asiento. Yoongi cruza sus brazos— O es muy inocente o demasiado idiota —sonrío negando.

— Algún día me casaré con ella —todos comienzan a burlarse al unísono— Solo necesito encontrar estabilidad financiera para que vea que no soy un fracasado.

Todos miramos hacia el pasillo cuando la hermana de Jin pasa por ahí. Se gira para mirarnos.

— Seguís aquí —frunce sus cejas mientras cruzaba sus brazos— Entiendo que él esté aquí —me señala— Pero el resto tenéis casa.

— Pero en ninguna estás tú, Hajin —habla Jimin.

Ella lleva su mano a su pecho con una sonrisa emocionada, luego le muestra su dedo del medio dándole una mueca fría. Era cierto que en estos tres días lluviosos habíamos estado todos aquí dentro.

— Señorita —ella gira su rostro para mirar a una empleada— Su visita ha llegado.

— ¡Genial!

— ¿A quién has invitado ahora? —pregunta Jin mirando a la televisión— No me has pedido permiso.

— Es la casa de mis padres, pedazo de mierda, tú aquí no pintas nada —habla con enfado— ¡Cásate y vete de una vez! —grita marchándose.

— Me quiere tanto —casi se cerraban sus ojos mientras veía aquella película— Y a mí me encanta hacerla rabiar —ríe.

Suspiro bebiendo el tequila. Tenía tantas ganas de ver a _________, tal vez iría al refugio a preguntar por el número de su teléfono, me había deshecho del mío al irme. Estuve a punto de volver a su casa para al menos poder dormir abrazándome a ella de nuevo. Yo ya no olía a su jabón, volvía a oler a mi perfume, y eso me molestaba.