Sonrío bajándome del vehículo. Mis ojos admiran aquel edificio en el que había niños y personas disfrutando en el jardín, mientras los voluntarios trabajaban.
Era increíble ver la cantidad de peticiones que el refugio recibía para ayudar. Había toda clase de personas, y eso era una señal de que era un lugar sano repleta de personas buenas.
Había venido antes de lo que esperaba, ya que el encargado de alimentación me había pedido vernos. Decía que había unas irregularidades en el consumo y debía mostrarme varias cosas.
Me acerco a las escaleras de la entrada esquivando a varios niños con coches de colores sentados en los escalones. Todos aquí me conocían, aunque llevara un tiempo sin venir.
— Hola —ellos me miran y hacen una reverencia tímida— ¿Por qué no vais a ver a los señores en aquel vehículo? He traído regalos para vosotros.
— ¿Enserio? —habla una chica más mayor saliendo por la puerta.
— Sí, también hay pistolas de agua.
— ¡Vamos! —ella sale corriendo antes que los niños.
Recordaba a esa niña con trenzas. Era de las más extrovertidas que había por aquí, siempre solía hacerle dibujos a los voluntarios. Veo como mis empleados comienzan a entregarles cajas de juguetes a todos los que se acercaban.
Me adentro hasta la recepción, todo parecía tranquilo.
— Señorita Moon —le doy una sonrisa al anciano— Es un placer verla de nuevo... hemos visto las noticias, felicidades por su negocio —estrecho su mano— Y por su relación con el señor —río— Sabía que en algún momento escucharía que están juntos.
— ¿Lo sabía? —asiente.
— Solo había que fijarse en como la miraba —sonrío— Por favor, acompáñeme hasta la sala —asiento.
Le sigo por uno de los pasillos. Era normal que las salas estuvieran casi vacías, todos estaban en el exterior. En unos meses llegaría el frío de nuevo, y todos queríamos aprovechar los últimos instantes del sol cálido.
Pasamos junto a una habitación en el que solo había dos mujeres. Seguimos caminando pero me detengo. El anciano se gira para mirarme mientras yo fruncía mis cejas. Tenía que estar alucinando.
Vuelvo entre mis pasos para asomarme a esa habitación. Visualizo a esas dos mujeres adentrarse por otra puerta marchándose. Parpadeo un par de veces. Seguro que estaba alucinando, pero me había parecido ver que una de ellas se parecía demasiado a Eunha.
Debía estar volviéndome loca.
— Señorita Moon.
— Ah, sí, lo siento —le sigo dando una sonrisa.
Cuando abre la puerta de aquella sala con una gran mesa en el centro todos se levantan para darme reverencias.
— Gracias por venir, señorita Moon —le doy una sonrisa al encargado de la alimentación— Pero el asunto es más grave de lo que piensa —tomo asiento— ¿No le acompaña el señor Jeon?
— Ah, no... está reunido hasta la noche —asiente.
— Señorita Moon, los números no coinciden —me muestra varios documentos— No hemos recibido más personas este último mes pero sospechosamente ha aumentado el consumo de la comida.
— Es cierto... —comparo los dos meses— Y hablamos de una cantidad muy grande —asiente— ¿Saben la razón?
— Al principio pensamos que quizás los niños al estar en edad de crecimiento estaban solicitando más comida, pero las madres niegan que estén comiendo más que usualmente hacían.
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Elastic Heart ©JJK
Fanfiction"Su corazón se estiró once años al pasado para que pudiera encontrar su final feliz en aquellos profundos ojos negros" Después de ser engañada y obligada a vivir una vida gobernada por las órdenes de su esposo y su familia, Moon _________ muere a ma...