Elastic Heart ©JJK

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Estaba bastante nerviosa, iba a morir por culpa del ritmo acelerado de mi corazón y la gran bola que se había atascado en mi garganta.

Ya todos sabían que mi padre tenía que dar una noticia, por eso había convocado a los dueños de todas las grandes fortunas en mi casa; a excepción del padre de Dongyul, quien estaba en juicios por fraudes.

El enorme salón de mi casa estaba repleto de hombres trajeados que hablaban y reían entre ellos sosteniendo alguna bebida cara que habían pedido. No sabía cuantas reverencias había hecho ya, pero iba a quedarme sin espalda a este paso.

Tomo asiento en una silla junto a mi padre mientras todos se acomodaban. Yo iba a ser la protagonista de hoy, pero nadie lo sabía realmente.

— Por favor, señores, guarden silencio —habla el señor Kang— Es necesario que tengamos el turno de palabra habitual.

— Tiene que ser algo importante si el señor Kang está aquí —habla otro hombre— Normalmente nunca asiste a las reuniones.

— Créame, señor Lee, es importante —ríe tomando asiento con ayuda de un escolta.

En este momento yo pasaba totalmente desapercibida. Me sentía pequeña entre todos aquellos hombres, pero era necesario que ese pensamiento cambiara para poder adaptarme a este ambiente.

Y podía contar con mi padre, quien agarraba mi mano bajo la mesa.

— La razón de esta reunión de emergencia no es otra que ella —el señor Kang me señala. Todos me miran. Hago una pequeña reverencia mientras sonreía de forma nerviosa— Como ya todos saben, Moon __________ es la única hija de los Moon —muchos asienten— Y desde este momento también es heredera única de la tercera fortuna del país.

Todos comienzan a hablar en voz alta. Lo entendía, era la primera vez que nombraban a una mujer heredera, y además, yo no estaba casada, lo que era aún más indignante para estos hombres.

— ¿Va a dejar a su hija en la gestión de su fortuna, señor Moon? —giro mi rostro.

Mis ojos chocan con los del padre de Jungkook. Odiaba a ese señor, si por mí fuera podía desaparecer de la faz de la Tierra.

— ¿Tiene algún problema, señor Jeon? —la voz de mi padre sonaba demasiado fría— Al menos yo reconozco los logros de mi hija... de eso se trata la paternidad —sonríe— Aunque no estoy muy seguro de que usted sepa lo que es.

El señor Jeon le da una mirada molesta. Mi padre había cuidado más de Jungkook sin conocerle que su propio padre en veinticinco años que él tiene.

— Es la primera vez que vamos a tener una heredera directamente en las reuniones —sigue hablando el señor Kang— Pero la cosa no acaba aquí —me mira— La señorita Moon cuenta con un negocio propio independiente al de su padre, el cual ha facturado más de 125.000.000.000 de wones en tan solo dos semanas.

Todos abren sus bocas en el momento en el que los secretarios comienzan a repartir copias del justificante de cuentas. Era cierto que había trabajado en exceso para poder hacer constar ese dinero. Había realizado el trabajo de cinco meses en solo dos semanas.

— Esto es... —uno de los hombre me mira— ...sensacional para alguien tan joven —sonrío.

— Como ya saben, el procedimiento habitual haría que mi hija pasara a formar parte de la mesa de herederos, pero... —mi padre cruza sus brazos— Ella también es dueña de un negocio millonario, el cual incluso ha generado en dos semanas lo que cualquiera del resto generaría en un año de trabajo —todo se queda en silencio— Por eso propongo que __________ pase a formar parte de la mesa de jefes en la reunión de mañana.