Elastic Heart ©JJK

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Sonrío estirando mis brazos hacia sus hombros cuando siento como deja besos por todo mi rostro y mi cuello. Siempre despertaba de buen humor si en vez del sonido de una alarma, era Jungkook quien me despertaba de alguna forma adorable.

Abro mis ojos después de que besara por último mis labios.

— Feliz cumpleaños —sonrío tirando de él para abrazarle con fuerza— Me vas a asfixiar... —le suelto.

— Gracias —vuelve a besarme— Ha sido extraño no despertarse en mi cumpleaños por los gritos de emoción de mis padres —sonríe— Esto me gusta más —lo atraigo hacia mí de nuevo.

— ¿Cuántos decías que cumplías? —sonríe— ¿Eran doce?

— Ja, muy gracioso —seguía con una sonrisa burlona— Veintitrés años son muchos años...

— Imagínate veintiséis que tengo yo —se incorpora para levantarse de la cama y estirarse.

Solo llevaba un pantalón de pijama, y yo llevaba la camiseta que él debía vestir con ese pantalón. Era divertido compartir los pijamas de esta manera.

— ¿Te ha gustado mi primer regalo? —tomo asiento sobre el colchón sin comprender.

— ¿Qué regalo? —sonríe.

— He apagado nuestras alarmas —miro rápidamente al despertador en mi mesilla— Hemos dormido hasta las diez.

— ¡No, Jungkook! —me levanto para correr hacia cuarto de baño— ¡Yo tengo que trabajar! —echo agua en mi rostro mientras él se apoyaba en el marco de la puerta con sus brazos cruzados. Agarro mi crema de por las mañanas que tenía en su casa— ¡Tengo dos reuniones y cuatro revisiones de proyecto, y ya voy muy tarde!

— Tranquila —va hacia la bañera para prender el agua caliente y que comenzara a llenarse— Tu padre me dijo que se encargaba por hoy —giro a mirarle mientras frotaba mis mejillas cada vez más lento— Le pareció una buena idea que no trabajaras en tu cumpleaños.

— La gente normal trabaja en sus cumpleaños, Jungkook —le regaño— Y yo tengo que trabajar.

— Tú no, simplemente porque no eres normal —se acerca a mí— Tú eres la persona más especial del mundo —sonrío cuando me besa— Por eso yo también me he tomado el día libre... espero no arrepentirme mañana cuando vea todo el desorden.

Comienza a deshacerse de su ropa para entrar en la bañera y llenarla de burbujas y jabón. Me acerco allí hasta tomar asiento en el filo de mármol. Me mira después de mojar su pelo.

— No tengo ganas de celebrar mi cumpleaños —apoya sus brazos a mi lado— Ya se que mi madre insiste en la fiesta de esta noche... pero no me gusta la idea.

— ¿Por qué? Yo creo que te verás hermosa con tu vestido —sonrío— Y podremos bailar otro vals, en el anterior me negaste un beso —estallo en una carcajada.

— ¡Es verdad, me asusté tanto! —sigo riendo hasta volver a una sonrisa nostálgica— ¿Sabes como pasé mi veintitrés cumpleaños en esa vida que te conté?

— ¿Cómo? —mis ojos se llenan de lágrimas.

Era tan duro recordar momentos así. Aún no me acostumbraba a dejarlo pasar. Él agarra mi mano.

— Mis padres querían hacerme una fiesta como esta vez... pero Dongyul no quería que yo fuera el centro de atención, así que me golpeó y casi me asfixia para que me negara —su rostro se vuelve frío— Recuerdo rogarles a mis padres que no me hicieran nada, y tuve que pelearme y decirles que... eran unos padres horribles —Jungkook limpia unas lágrimas que habían resbalado por mi mejilla— Me arrepiento tanto de estar siempre ignorándolos... ellos son muy buenos padres.