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Dejo mi teléfono sobre la mesa. Jungkook debía estar muy ocupado, no miraba los mensajes desde que me habló diciendo que estaba almorzando con su amigo. Hoy tenía varias reuniones, le llamaría antes de dormir.

Comienzo a ordenar mis documentos para poder marcharme ya a mi casa. Hoy mi madre había pensado en que podríamos ir a cenar a un restaurante para celebrar su aniversario de novios con mi padre, y querían que yo estuviera con ellos.

Les había comprado un regalo, y tenía que pasar por casa a recogerlo antes de ir al restaurante como habíamos acordado.

Me daba nostalgia. Mis padres llevaban tantos años juntos y aún actuaban como dos adolescentes enamorados. ¿Cómo me vería yo con Jungkook haciendo tantos años de casada?

Dejo mi frente sobre mis brazos en la mesa sintiendo mi rostro arder. ¿Y si le pedía matrimonio yo y hacía creer a mi madre que lo hizo él? Tal vez me mataría antes de la boda.

La puerta de mi despacho se abre después de que alguien pidiera permiso para entrar. Mi segunda secretaria se adentra sosteniendo una carpeta. Aquella chica joven me da una sonrisa mientras hacía una reverencia.

— ¿Qué haces aún aquí, señorita Maeng? —sonríe acercándose— Le dije que podía irse primero.

— Quería adelantar trabajo, estuve con el departamento de finanzas —asiento— Aquí tiene los resultados de la investigación de SGT para amueblar sus nuevas instalaciones.

— ¿Cómo lo ves? —abro la carpeta.

— Los resultados son buenos, el beneficio supera el veinticinco por ciento.

— Sigue siendo bajo... —asiente— Pero no está mal, la empresa está empezando y no tiene mucho con lo que pagar —lo firmo— No vamos a arruinar a nadie —ella sonríe agarrando de vuelta los documentos.

— Los llevaré a administración antes de marcharme.

— Gracias —hace una reverencia.

Ambas miramos hacia la puerta cuando se abre de forma brusca. Mis cejas se fruncen al ver al hermanastro de Jungkook adentrarse.

— ¡Señor, no puede entrar! —uno de mis secretarios se coloca a su lado.

De pronto la habitación se llena de mis escoltas. Yo tampoco me fiaba de él por lo que no les pedí que salieran de la habitación.

— ¿Qué haces tú aquí? —hablo sentada en mi silla.

Él sonríe acercándose a mi mesa para tomar asiento en una de las sillas. Saca una pequeña caja y la deja sobre la mesa. La abre dejándome ver un anillo con un diamante enorme.

— Vengo a pedir tu mano.

Todos se paralizan. Yo sonrío negando con mi rostro. Esto parecía una cámara oculta.

— ¿Quién te crees que eres como para pedirme esto? Soy la novia de tu hermanastro.

— ¿Qué hermanastro? —frunzo mis cejas— Yo solo tengo una hermana.

— ¿Y Jungkook? ¿Ya ni siquiera lo tomas como una persona?

Sonríe de forma malvada. Un escalofrío me recorre de pies a cabeza al notar su tranquilidad.

— No te preocupes por alguien que ya no existe —me levanto rápidamente notando mi corazón acelerado— Ahora que no existe la primera fortuna del país, yo he tomado su puesto —sonríe— Eres la heredera de la ahora segunda fortuna, así que casémonos y seamos los más poderosos del continente.

De nuevo aquel silencio. Si estaba diciendo esto era porque a Jungkook le había pasado algo, y él lo sabía porque había sido el culpable.

— ¿Qué mierda le has hecho a Jungkook, hijo de puta? —me inclino hacia él.

Elastic Heart  ©JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora