Los Borch

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Los Borch, se tomaron la desaparición de Natalie Edevane en serio. En búsqueda de mejores resultados, se dividieron por los alrededores del hospital.

La ausencia de Natalie, la gemela de Ana, mantenía a todos a la expectativa. La orden era encontrarla dentro de las tres horas que le siguieron a su última conexión.

El punto de encuentro acordado era frente a la habitación de Ana Lucía, en donde ella y su familia los esperaban. A los Edevane el poco conocimiento de la ciudad les impedía unirse a la búsqueda. En consecuencia, no tuvieron otra opción que permanecer al teléfono y esperar porque la búsqueda de los Borch obtendrá resultados.

Akim por su parte, pese a hacer parte a la búsqueda, lo hizo con desinterés. No es que la chica no era importante, todo lo contrario, era familia de Ana y eso era suficiente. Tanto ella como Nikolái estaban o estuvieron en casa de Ana y ambos tenían sus móviles apagados.

Dos más dos...

Haciendo la quinta llamada, ve llegar a su mujer y las demás chicas. Las tres llaman la atención a su paso, su parloteo y ademanes de brazos resulta divertido a la vista. Eso y sus monos de colores (Rosa, rojo y azul) causan revuelo dentro del personal de batas blancas.

A regañadientes aleja la vista de lo hermosa que se ve Lissa en su mono Azul y mira a sus hermanos. "Detrás de ese rostro de idiota en cada uno, se esconde asesino despiadado." No puede evitar pensar con una sonrisa en los labios. El interrogante más grande que existe en quienes les conocen, es si esa bestia que todos han ocultado saldrá a la luz alguna vez.

"Por su familia, Akim no tiene duda que lo harían."

— ¿Se puede rastrear el móvil? —Sugiere Mía entre jadeos, con la mano en su vientre y llegando a los brazos de su Stan.

A lo lejos un trío de escoltas hace una reverencia, mientras se alejan. A ellas les gusta la independencia, ellos tener el control y saberlas a salvo. La solución fue sencilla, sus mujeres tendrían seguridad, sin que lo notarán.

— ¿Y denunciar? —insiste viendo a todos. —ella dijo que estaba llegando.

—Exageró —habla Noah —es igual a los "En cinco minutos estoy lista" De ustedes.

Lissa lo golpea, pero sonríe viendo a todas de forma cómplice.

—Es demasiado pronto para una denuncia. —responde Lissa, la última en llegar a los brazos de Akim. —no lleva veinticuatro horas.

— El parecido con Ana ¿No la hace víctima de Ludov? —habla Jaz a recibiendo besos de su esposo en su frente. —¿Hasta dónde llega esa restricción?

Lo que sigue es el cotorreo entre ellas, alegando que ser gemelas les hace posibles víctimas. El juez debió dejar eso claro una vez hizo la orden de restricción. No era solo Ana, Natalie también podría serlo por el parecido.

—Está con Nikolái. —responde Stan.

Akim, supone, lo dice con confianza lo que está viendo acercarse por el pasillo. A pasos rápidos una mujer se abre espacio. Detrás de ella, despreocupado y con una sonrisa en los labios, ven llegar a Nikolái.

—Allí viene —susurran las tres con el alivio presente en sus emociones.

¿Han visto ese video del lagarto qué camina sobre el agua para huir de la caza de un águila? Gracias a Mika, Akim, lo había visto en repetidas ocasiones. En este instante, cuando observa la llegada de la gemela de Ana, no puede evitar asociar a la mujer con aquel video.

Sus pies parecen levitar sobre la blanca loza y sus piernas se mueven con agilidad por ellas. La rapidez de sus acciones solo es superada por el miedo que puede palmarse. Ella parece huir de un Nikolái que no se esfuerza en disimular lo que se está divirtiendo.

NIkolái 5to libro saga Angeles o demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora