Estanislav

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Finalmente, y con sus mujeres dormidas, Stan y Noah se encuentran en busca de Akim. Al que hallan en los pasillos con su hijo y cuñada.

Debido a la enfermedad que padeció Lissa, tuvo que permanecer un par de días en la clínica. Lo que no agradaba a Mika, que insistía en quedarse cuando la hora de visita acababa.

—Ya lo hemos hablado, no puedes quedarte — ruega su padre arrodillado a sus pies-

—Quiero estar aquí ...

—Solo serán un par de horas —le interrumpe su padre.

Si algo debe reconocer al gusano, es la paciencia que le tiene al pequeño. Noah y él sonríen al ver los intentos del chico de quedarse y la evidente incomodidad de su padre, por rechazarle.

—Esta tarde estaremos en casa.

—No lo hace nada mal —susurra Noah y Stan afirma —el chico es persistente.

—Igual que su padre. ¿Cómo está Jazz?

—¡Feliz! —responde con una media sonrisa. —mañana nos iremos a casa.

Jazz tuvo a la niña en la mañana siguiente de hacerlo Lissa, la pequeña presentó problemas respiratorios y hubo que dejarlas en observación.

—¿Qué hay de Mia?

—En unas horas nos vamos —responde orgulloso.

El de Mia fue el mismo día de Jazz, pero en las horas de la noche, Stan tuvo que discutir con varios médicos que insistían en que no era el momento. La pobre parecía agonizar cada que llegaba una contracción. Stan no entendía de dilatación, contracción, tampoco era paciente.

Menos, cuando ella sufría tanto.

Por fortuna, su hijo nació veintiséis horas después de Xia a doce de Anna Irina, la hija de Noah y Jazz. Él estaba más que listo para darle unos cuantos puñetazos a un par de imbéciles si no atendían a su mujer.

Llegó a la conclusión que no quería verla pasar por eso nunca más, tendría un solo niño y no estaría solo. Mika, Xia, Terek y Anna, les harían compañía. Sin mencionar los de Nikolái y Ana Lucia.

Akim insistía a Mika que se fuera con su tía. Una petición que seguía negando e intentaba negociar con su padre, sobre la posibilidad de quedarse.

—Dijiste que estaríamos juntos —reflexiona —abandonarme con la tía, es malo.

—No te estamos abandonando—se defiende Akim—ya lo hemos discutido.

—No me dijeron que tardarían tanto.

—Iremos por ti esta tarde —insiste —no puedes quedarte aquí, ya te lo dije.

Stan y Noah, contemplan la escena con una media sonrisa. El chico se conoce varias tácticas de persuasión, esas que imagino adquirió gracias a su convivencia con su madre, tía y primas.

El primero en romper el círculo alrededor de padre e hijo es Stan. Una cita impostergable con su nuevo amor le impide quedarse y esperar el desenlace a esa novela. Avanza a pasos rápidos hacia el área de neonatal, un territorio desconocido para él hasta el día de hoy.

—¿Te imaginas dentro de quince años? —cuestiona Noah llegando a su lado —El problema que tendremos, querrán festejar el cumpleaños los tres. —resopla —y en veinte, compartirán secretos, novios, novias y sexo...

—Es un poco tarde para lamentar ser padre —bromea.

Mira de reojo a su amigo y tuerce los labios en una mueca divertida. Ha aprendido a vivir el presente y no pensar en el pasado o futuro. Una vieja costumbre adquirida que le viene bien en este momento.

NIkolái 5to libro saga Angeles o demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora