Confrontaciones

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Capítulo sin editar

Angelo mira fijamente la imagen del salón del segundo piso. Con la paleta de colores en una mano y el pincel en la otra, le da trazos al boceto que tiene frente a sus ojos. Se detiene y contempla la vista, cruzado de brazos y sonriente.

Anker, usaba un sitio frente a una de las ventanas de esa área que daba al jardín, para dibujar. Lo común era verlo hacerlo a lápiz, sentando en la ventana, absorto. Sus modelos, chicos en bici, autos, parejas, ancianos, mascotas, aves, etc.

En esta ocasión su modelo es Adara, que luce indiferente a lo que sucede. Con una mano sostiene su muñeca de trapo de cabellos rojos y ojos dorados, una réplica en caricatura de ella, que adora y su padre detesta. En la otra, sostiene un helado de fresa que se ha derretido en su mano, rostro, parte del vestido y sillón.

Anker ha logrado captar el lado tierno de lo que hay ante él, permanece estático y un tanto sorprendido por la pintura. Desde que vio aquellos dibujos supo que había talento, jamás imagino que su hijo podía superar sus expectativas. Ni los daños, siendo sincero.

—Papá —su pequeña lo ha visto al pie de las escaleras y le sonríe alzando el helado.

—Fue bueno hasta aquí —se queja Anker dejando el pincel a un lado y girando hacia él —¿No es muy temprano para estar en casa?

—También te extrañé —le riñe.

Su enojo no hace eco en su hijo mayor, que se limita a sonreír y dejar sus herramientas en la mesa. En ella está su móvil, que lo ha visto iluminarse varias veces y en todas es ignorado por Anker.

—Después de seis años conviviendo, pierde encanto verte todos los días.

—Espera a que estés casado, la cosa tiende a empeorar.

Anker finge escalofrío, rechaza una segunda vez la llamada ante la imagen curiosa de su padre y toma en brazos a su hermana.

—Puedes contestar si lo deseas —sugiere —no tengo nada que hablar con ella.

El número no está registrado, por los primeros dígitos nota que es de reino unido. Solo una persona puede llamar y causar tanto fastidio en Anker de ese lugar.

Retira del bolsillo trasero un paño con el que limpia el rostro de su hermana que sonríe y le lanza besos a manera de agradecimiento. El móvil se ilumina otras veces más y si no fuera por la privacidad que ha insistido tenga su hijo, tomaría la llamada.

Libera el aire de los pulmones enviando miradas al móvil que se ilumina. Se apaga y minutos después llega un mensaje "Contesta, por favor, es urgente."

—Dice que es urgente.

—Que llame a la policía —responde cortante. —Tú y yo sabemos lo que una traición puede dañar, no quiero a nadie con ese tipo de vicios.

—No puedes limitar tu vida basándote en mis errores...

—Papá...

La advertencia en el tono de voz, le indica que pase la página, pero es imposible. La sola idea que sus sentimientos salgan afectados, le asquea. Más allá de los errores cometidos, Aydey fue una buena madre, sin mencionar que él también tuvo enormes fallas.

—Estoy bien, no hay nada que temer —sus palabras salen en calma y el rostro no da señales de enojo —me he vuelto selectivo con las personas que me rodean, es todo.

—No deseo ser un grano en el trasero, Anker, pero Ava creció en un hogar disfuncional. Aterrizó al lado de hombres, uno más loco que otro y recién se adaptaban a la vida civil.

NIkolái 5to libro saga Angeles o demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora