| STIGMA | "Se necesita valor para estar orgullosa de lo que eres".
Donde Terra deberá superar los obstáculos que se le presentan para lograr estar al lado de su mate por el que tanto espero.
Por cuanto tiempo podrá ocultar su secreto.
#1 sueclearwa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"𝕰𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔 𝖊𝖘 𝖘𝖆𝖇𝖎𝖔". ━━━━━•♤•━━━━━
La voz dura del vampiro hace que los lobos se tensen, y aún más cuando comienzan a luchar para demostrarles a la manada como sería el enfrentamiento.
Cuando lo vi pelear con Alice, mi corazón deseo lo de ellos. Cuando miré a Seth él estaba ya con su vista puesta en mí aunque la apartó.
Una mini sonrisa se curvó en mis labios al pensar que tal vez todavía existía una posibilidad entre nosotros y podríamos superar mi pasado oscuro como las parejas Cullen.
—Pregunta por qué Terra está aquí—traduce Edward.
—Que te importa—le respondo al lobo negro haciendo que me gruña.
No lo toleraba, siempre estuvo tratando de dejarme mal parada aun no teniendo nada en mi contra y ahora debía estar gozando todo esto.
Carlisle se pone enfrente de mí con una mano extendida en señal de que me calmara y dejara que él respondiera.
—Terra nos iba a ayudar mucho antes que ustedes para lidiar con los neófitos.—dice con voz calma.
Un pequeño silencio rodeó el lugar a excepción de un pequeño chillido que venía de mi lobo marrón cobrizo.
—Dicen que no podrá con ellos—nuevamente transmite sus pensamientos el lector de mentes—Seran muy veloces.
Mi risa brota suavemente. No quería que Seth se preocupara por eso pero tampoco iba a dejarlo solo, aunque me odiase.
—Terra—Jasper pasa al frente como hizo con su familia.
Lo comprendí enseguida y saqué mi campera para poder tener más flexibilidad al enfrentarlo. Cuando todos dan un paso atrás fue mi señal para atacar.
Corro hacia él deslizandome entre sus piernas abiertas y golpeándole el pie en el proceso haciendo que caiga de rodillas.
Me giro en el suelo y detengo el desliz de mi cuerpo con mis garras sobre la tierra. Vuelvo a arremeter hacia él tomando su cuello con mis piernas haciendo que por el impulso de mi movimiento este caiga en un giro.
El se levanta con su velocidad característica pero de nada sirve, ya que detengo el puño que venía de mi lado izquierdo con mi mano, para posteriormente girar su brazo en un llave y colocar mi garras en su cuello de porcelana.
—¿Algún otro consejo?—le pregunto burlona.
El sonríe de costado y se levanta, mientras los lobos empiezan a desaparecer.
