STIGMA; nueva vida (Seth Clearwater)

[39] Mi don

"𝕬𝖞𝖚𝖉𝖆𝖗 𝖆𝖑 𝖖𝖚𝖊 𝖑𝖔 𝖓𝖊𝖈𝖊𝖘𝖎𝖙𝖆 𝖓𝖔 𝖊𝖘 𝖘𝖔𝖑𝖔 𝖕𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖇𝖊𝖗, 𝖘𝖎𝖓𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖋𝖊𝖑𝖎𝖈𝖎𝖉𝖆𝖉".

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Veo de reojo que todos se acercan para ayudar para acabar con él vampiro, pero es Jacob el primero en llegar a mi rescate siendo derrotado y lastimado al igual que yo. Habíamos subestimado mucho a este neofito.

El lobo se transforma en humano debido al dolor por las fracturas y veo al vampiro sonreír feliz por poder acabar con él una vez que está sometido en el suelo sin poder moverse.

—¡No!—gritó con fuerza dirigiéndo mi mirada ahora roja hacia él.

Me levanto torpemente escuchando el ruido desagradable de mi hueso arreglarse mientras camino hacia él.

Corro al encuentro del vampiro mientras ignoró su cara confundida, sonrió un poco y me tiró a atacar tomando su cuello girandolo con fuerza desprendiendolo de su cuerpo que cayó inerte sobre el pasto.

—Jake aguanta, Carlisle te va a ayudar—.La voz de Edward hace que me acerqué a donde todos estaban rápido.

—Tiene la mitad del cuerpo fracturado—comenta el Dr.Cullen analizando sin querer moverlo demasiado.

—Bella...—la voz del lobo sale débil buscándola con la mirada.

—Aquí estoy Jake—Dice ella para acuclillarse a su lado tomando su mano.

—Terra, ¿estás bien?—la pregunta de Jasper hace que lo mire y me de cuenta que está a mi lado con rostro preocupado.

—Si tranquilo. Mi cuerpo ya sano— muevo un poco la pierna para cerciorarme de ello.

Había tenido muchas fracturas a lo largo de vida, ya sea por los cazadores o por mi brusquedad. Gracias a mi curación acelerada el dolor a pesar de ser intenso e incómodo era por un periodo de tiempo corto y ya me había acostumbrado un poco.

Aparecen en el campo nuevamente la mandan ahora en su forma humana con rostros preocupados.

—¡Jacob yo ya lo tenía!—Leah le reprocha en tanto aparece y me lanza una mirada de que ese mensaje también iba dirigido hacia mí.

Levanto las manos en señal de inocencia.

—Leah— Sam la calla no queriendo que haga una escena ahora.

—No puede estar aquí, no ganaremos la lucha con los vulturi—Edward nos recuerda el pequeño detalle.

—Vamos a casa de Billy — el alfa comenta en dirección al doctor como un tipo de invitación que Carlisle entiende bien.

—Iré en cuanto pueda—le responde mirándolo de reojo.

—Voy con ustedes, lo puedo ayudar—le digo esperando que Sam lo apruebe, después de todo mi entrada seguía prohibida a pesar de ser una impronta.

El me mira asintiendo rápidamente, claramente ahora su preocupaciones era el chico lastimado que era parte de su manda y no quien entra o no a su territorio. Eso me tranquilizo un poco ya que podía estar alejada de los Vulturi mientras estaban en el pueblo.

Miro como algunos de ellos levantan el cuerpo desundo de Jacob y comienzan a alejarse del lugar mientras los sigo por detrás después de despedirme de los Cullen deseándoles suerte.

Cuando llegamos a la casa de Billy ya todo estaba oscureciendo. El camino había sido silencioso sacando a los obvios quejidos de dolor del lobo, todos trataban de ser lo más cuidadosos posibles.

—¡Terra!— El grito de mi mate hace que lo busque con la mirada viendolo correr en mi dirección para abrazarme fuertemente.

Lo separo de mi y lo analizo por completo.

—¿Estás bien?¿Qué te pasó?— le pregunto preocupada al ver su ceja partida.

—Tranquila solo un golpe, mañana ya no estará — Él hace un gesto desinteresado. —¿Y tu?.

—Hermano le quebraron la maldita pierna y se la acomodo cual muñeco de trapo—Jared aparece a nuestro lado riendo. —Debiste verla, daba miedo.

Lo miro mal y él se aleja enseguida de nuestro encuentro.

—¡¿Qué?! Terra como ... — comienza a paniquear Seth en mis brazos moviendose como lombriz.

Me río un poco y me acerco a él haciendo que nos separen solo centímetros.

—Tranquilo no fue nada ya paso—tomo su rostro y lo besó con fuerza, el me responde enseguida enredando sus manos en mi cabello.

No se cuanto tiempo habíamos estado en nuestro mundo, explicándonos como habíamos luchado y besándonos.

—Terra.

La voz de Carlisle me sorprende un poco, no esperaba verlo aquí tan rápido.

—¿Dónde lo puedo ver?—un grito desgarrador responde su pregunta.

Lo miro a los ojos y me despido momentáneamente de Seth para poder acompañarlo a la casa. A pesar de ser un vampiro, ya de muchos años, no queria decir que no sienta incomodidad al estar rodeado de hombres lobo que incluso después de ayudar a su amigo lo quieren muerto.

Cuando nos dejan pasar lo encontramos tendido en su cama sudando y trincado los dientes con fuerza. Su padre y Alfa están allí supervisando la situación.

—Lo siento Jack pero esto va a doler, tengo que volver a quebrar tus huesos para que puedan cicatrizar de la forma correcta —le dice para sacar una jeringa con anestesia, sin embargo lo paro antes de que lo inyecte.

—Guardala para cuando tengamos que irnos, yo me encargare por ahora—le digo mientras él me mira sin comprender aunque comienza su trabajo.

Les dirijo una mirada rápida a los dos hombres en el cuarto, en especial Billy, para tomar la mano de su hijo el cual la aprieta fuertemente.

Tenía un habilidad, dentro de todas las cosas malas que mi especie acarrea, una buena y de la cual nadie habla o sabe. Podía absorber el dolor de otros haciéndolo mío, podía darle paz a quien quisiera momentáneamente y esa era la razón por la cual casi ningún hombre lobo la utiliza, somos seres solitarios y por tanto egoístas, ¿quien quisiera sufrir por otro que no te importa?.

Cuando comienzo a ver mis venas transformandose a un color negro sabia que lo estaba haciendo correctamente. Solo una unica vez lo habia hecho y habia sido totalmente accidental, cuando mis padres murieron el último momento que estuvieron conscientes trate de quitarles su dolor y eso era lo único que me reconfortaba, el que hayan pasado sus últimos momentos tranquilos.

Iba a ser más llevadero para el lobo al momento de que le quebraran los huesos o por lo menos más que una simple anestesia. Después de todo se lo debía, él me ayudó.

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