𝑩𝒆𝒄𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂 •𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏•

•Capitulo 46•

Actualmente Yibo había logrado entrar en la selección de la liga de basketball del distrito.

Mientras qué Zhan era un artista independiente.

Las cosas marcharon bien para ambos.

Hoy Yibo regresaba a casa ya qué tuvo qué viajar para un partido, habían ganado por varios puntos de diferencia.

-¡Te vimos en casa!¡Lo hiciste genial Bo!.-Zhan saltó a sus brazos apenas entró.

Automáticamente al castaño se le disparó el rut que logró controlar hasta llegar a casa.

Desde siempre los supresores le provocaron cansancio asi qué cuándo debía rendir al cien evitaba consumirlos por lo que ahora llegó justo a tiempo a casa.

Sostuvo a Zhan entre sus brazos y camino con el a tientas hasta su habitación dejándolo sobre la cama se cernío sobre él.

-Te extrañe estos días.-Jadeo el omega.

-Y yo a tí, carajo eres tan descarado por enviarme esas fotos tuyas.-Respondió Yibo.-Debía concentrarme en el juego y sólo podía pensar en tu hermoso cuerpo.

-Eran para inspirarte.-El pelinegro se sonrojó por la mención de las fotos que le envió el fin de semana porqué estaba sólo y caliente.

-Y lo hiciste, ¿Sabías que la pelota de basket es igual qué tu culo?.-Le preguntó acariciando sus piernas.

-¿Ah?¿Y esa extraña comparación?¿Cómo te das cuenta de eso?.-Zhan se sonrojó de nuevo.

-Me doy cuenta por el espacio que ocupan mis manos al tomarla.-Apretó su trasero en sus manos.

-Es extraño pero debe tener sentido para tí.-Respondió.

-Aja, por eso durante el partido solo podía pensar en volver y hacerte mio toda la noche.

-¿Y que esperas?.-Preguntó Zhan.-Veo el brillo en tus ojos, ven conmigo lobito.

Las palabras se perdieron entre sus labios, ya no era necesario decirlas sino sentirlas.

Sus cuerpos reaccionaban al otro y se amoldaban de tal forma que parecían haber sido hechos el uno para el otro.

Y es que si lo son.

...

-Marcame, porfavor ya estoy listo.-El omega sujetaba sus hombros clavando sus uñas.

Tantos años juntos y el alfa aún se había contenido de marcarlo pero ya era hora.

El castaño sentía sus dientes picar en su boca, beso al pelinegro desde sus labios trazando un camino de besos y mordidas hasta su cuello dónde encontró su lugar perfecto, siendo lo más delicado posible clavó sus dientes en el niveo y delicado espacio entre su cuello y clavícula.

Zhan lloriqueo e imitó la acción en hombro contrario, se corrió sintiendo el nudo formarse en su interior y la caliente esencia llenarlo.

Pero también ambos sintieron el golpe de emociones y sensaciones que atravesaban su unión.

El alfa lamia su herida con la necesidad de curarlo rápidamente.

Luego el omega imitó la acción con él.

Se miraron a los ojos, ambos bien dorados y brillantes.

Ahora si, sentian todo el otro en una profundidad que no podían explicar, sentían que eran uno sólo.

-Ahora soy tuyo.-Zhan sonrió.

-Siempre lo fuiste.-Respondió Yibo.

-Si, pero me entiendes.