Libro I "DESEPERATE LOVE"
Una venganza en camino, pero no está saliendo como se esperaba, un enamoramiento que caen en los latidos de una supuesta venganza.
Enemigos del pasado, que recaen en los hombros de sus hijos. Pasado oscuro, que esconde mu...
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Anastasia Brown
Sigo sin procesar lo que acaba a pasar, no se que demonios hago en esta camioneta y no veo a Harry por ningún lado, solo me encuentro en esta camioneta con Luciano y Nathasa. Por cierto ella están en los brazos de él por los nervios y yo aqui sola y preocupada por mi chico.
Se escuchan disparos por la entrada principal de la discoteca, que recién enteré que el dueño es el amigo de Harry. Que casualidad ¿No?, ahora casi no me sorprende haberlo conocido ese día en la discoteca.
Mi mirada se dirije al conductor que recibe una llamada, Luciano está pendiente de cada movimiento que hace, termina la llamada con un "bueno", es lo único que dijo desde que abrió la llamada, la persona del otro lado tuvo que estar dándome indicaciones.
Esta mira a Luciano, le da una señal y Luciano asiente y él conductor, procede a encender el vehículo, esto no está bien.
Harry. ¿Dónde mierda está?
Ya estoy preocupada.
— ¿Se puede saber para donde vamos?, ¿Dónde está Harry? , No podemos dejarlo aquí. — hablo y todos me miran.
Veo que el conductor me mira por el espejo retrovisor con el ceño fruñido, ¿Y este que se cree ?, Es guapo, ha de tener la misma edad de Harry o quizás de Luciano, pero claramente, es joven. Pero eso no importa.
— Anastasia, mi hermano se puede cuidar solo y él me mando con ustedes para que este a salvo, esta camioneta no va a llevar a un lugar seguro, ¿entendido?.
Suspiro.
— ¿No entiendo porque nos persigue?, ¿Tampoco porque quiere matar a Harry?, por qué este atentando fue para él, ¿O me equivoco?
Se queda en silencio varios minutos, si son minutos que para mi parecen horas, se que algo me ocultan.
— Harry, te contará todo, no es mi decisión, Ok. — asiento.
Odio su ¿OK?
Porque será que tengo un mal presiento, solo espero que no sea lo que me imagino. La camioneta sigue su recorrido, ni tan rápido y lento, pero de la nada comienza a conducir más rápido y eso me preocupa. ¿Por qué diablos subió la velocidad?
—Señor nos viene siguiendo.— habla el conductor a Luciano y este se tensa y mira con preocupación a Natha, esto se ve mal.
Muy mal. Repito.
— Dames las armas.
Espera, ¿acaba de pedir armas?, mierda estoy esta llegando a la conclusión que no quería llegar.
La situación está peor de lo que imaginaba.
— Qué...que acabas de pedir?— pregunta temblorosa Natha.
— No dejaré que nada te pase, no te preocupes. — dice con una pequeña sonrisa falsa.
— Anastasia, sabes manejar, ¿Cierto?. — debería de decir que no, pero afirmó con mi cabeza — Bien, necesito que te pase al copiloto y que conduzca a la dirección del GPS del celular, ¿Puedes hacer eso?
