Libro I "DESEPERATE LOVE"
Una venganza en camino, pero no está saliendo como se esperaba, un enamoramiento que caen en los latidos de una supuesta venganza.
Enemigos del pasado, que recaen en los hombros de sus hijos. Pasado oscuro, que esconde mu...
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Nathasa.
Miro el cuerpo inmóvil en esta cama y siento que dejo respirar. No sé puede reconocer su rostro por qué está muy quedamo. Pero yo si se reconocer a mi mejor amiga. Me volteo veo un Alexander expectativo, miro al doctor y hablo.
—Ella no es mi hermana. Ella no es Anastasia Brown.
El doctor parpadea confundido y revisa su carpeta que tiene en la mano y habla.
— Pero aquí están los datos y dicen que la paciencia se llama Anastasia Brown.
—Revise bien por favor. Tiene que haber un error, mi mejor amiga no puede estar muerta.
El doctor llama a la enferma, ella llega y hablan, yo estoy a la expectativa, tengo mucho miedo, el doctor se va y nos deja aquí en esta sala de operaciones con muchos nervios encima.
—¿Estás segura que no es Anastasia?
—Si, Alexander, no es mi mejor amiga. Yo la conozco perfectamente.
—En serio yo tampoco espero que sea. Anastasia está bien, algo me lo dice.
—Esperemos, Alexander.
Me volteo la dirección de la puerta y espero. Necesito que llegue el doctor rápido. No aguanto más un segundo con esta intrigada. Vuelvo a mirar mi reloj de mi mano y ya han pasando quinces minutos y no tenemos información de nada. Esto me está poniendo de los nervios.
Él doctor entra a la sala y mis nervios está a flotes.
—Lo siento señorita Jones. Pero si es su mejor amiga.
Niego, esto es mentira.
—¿En dónde están las cámaras?, ¡Si estoy es una maldita broma que se acabe de una vez!
—Somos un hospital serio, señorita. Le estoy diciendo la verdad.
Me derrumbé en el piso mientras las lágrimas caen por mis mejillas. Esto es una Maldita broma.
—¡Anastasia! Por favor salga de algún lugar y dime qué esto es una broma. No te puedes ir y dejarme sola. Prometiste quedarte. — mi voz se quiebra.
Alexander se acerca y me abraza.
—Nathasa... Tenemos que ser fuertes.
—No... puedo. Es la segunda vez que vivo este dolor, pero la vez pasada si se levantó de la cama, está vez...no.
—Lo sé pequeña. Yo también estuve en ese momento. Pero por favor tranquilízate un poco.
—Es... difícil. No puedo.
—Eres fuerte pequeña. — dice y me abraza. Abrazo que necesito urgente.
No soy fuerte. No puedo estar viviendo esto. Me separó de los brazos de Alexander y me intento levantar del piso. Necesito ver a mi mejor amiga más de cerca. Me acerco y sujeto su mano, en su mano izquierda no tiene el reloj, quizás le quitaron antes de entrar a cirugía, sigo mirando su mano y algo llama mi atención, hay un tatuaje en el tercer dedo de su mano izquierda. Anastasia no tiene tatuajes.
