CAPÍTULO 40: COMIENZAN EL JUEGO.

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Anastasia

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Anastasia...

Miro como sale nuestra primera víctima a la vista. Miro a la pelinegra y estamos muy hermosa, pantalón jean negro, más una top negra y una chaqueta del mismo color, zapatos de cuero y una gorra negra. Todo de negro. Amo este color.

Le sonrío a la pelinegra.

—Es el momento, peligrosa jugadora.

—Lo mismo digo, Reyna de las carreras.

— Princesa para ti, no más. — sonríe de lado.

— Princesa de las carreras, llegó nuestro momento.

—Vamos por nuestros juegos.

Asiente y con eso nos bajamos del auto. Yo de lado derecho y Natha del lado izquierdo, camino hasta que llegamos al imbécil de Luke. Si ese es el primer imbécil. Justo iba saliendo de un local de comida rápida. Gira en un callejón y este es nuestro momento. Llegamos a él.

— Disculpe señor. — digo

—Señor n... — en eso recibe un golpe de mi parte. su mejilla izquierda se gira. Amo hacer esto — ¿Qué mierda te pasa?

—Eso debería de preguntarte yo a ti Imbécil, no tu a nosotras. —parpadea confundido y nosotras nos reímos.

—¿Quiénes son? — dice eso y nosotras nos quitamos la gorras, cuando ve nuestro rostros, veo miedo en su rostro.

—Hola Luke.

—¿Qué quieres Anastasia?— dejamos de reírnos y nuestras miradas están fijamente en él.

—No mucho. Solo que te arrepientas por qué lo que hiciste a mi hermana.

—¿Hermana? No seas ridícula y pórtense como una damas. — me río sarcásticamente.

— ¿Damas? Claro que lo somos, solo que tambien nos gusta jugar a las Gángster.

—No veo tu pandilla por aquí. — en serio merece que lo golpeen.

—No necesitamos pandilla, podemos solas, mira esto. —digo eso y Natha lleva su rodilla a la  entrepierna de Luke y lo golpea en su miembro, esa es mi chica, el grita de dolor mientras intenta no caerse al piso —Eso solo es una pequeña muestra, está es la verdadera. — digo y saco de la nada un control de mi bolsillo y el local donde estaba saliendo hace unos minutos y se supone que es su negocio, bien escondido lo tenía, explota. El pensaba que no me iba a enterar pero a mí no se me escapa ningún detalle. Miro como su rostro se transforma, ahora está enojado y yo sonrío.

— ¡¿Qué mierda te pasa?!

— Nada. Solo no te metas con mi familia o verás las consecuencias.

—¡Eres una maldita perra! — dice y se acerca a una velocidad rápida a mi.

NO TODO ES PARA SIEMPRE   (LIBRO1) ¨BORRADOR¨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora