Día 42

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Cassandra: ¿Dónde te encuentras, Rose?

Rose: Estoy en la biblioteca, los exámenes se acercan y necesito estudiar.

Cassandra: Aun falta una semana para los exámenes, ven, Elsa trajo Uno y estamos jugando.

Rose: En otro momento.

Cassandra: Eres inteligente, no veo por qué serlo más.

Rose: No puedo dejar que James gane, la anterior ve logre ganarle, así que debo hacerlo de nuevo.

Cassandra: Oh ya, ¿Adam te ha vuelto a hablar? Todo mundo habla de la forma en la que lo rechazaste, con tu novio llegando que gracias a ti sé que fue James fingiendo.

Rose: Ni siquiera me ha mirado, me siento terrible, tuve que decirle hace mucho antes de que aumentara, tal vez me odie.

Cassandra: No te odia, solo se siente completamente adolorido por que la chica de la que se enamoró lo rechazó por quedarse con el apático de atrás, sigue estudiando, y yo seguiré jugando, ¡Lo bueno que tenemos dos horas libres!

Rose: -_- Esta bien, suerte.

"A la joven Rose Collins le gustaba sentarse en la mesa que estaba al lado de la ventana desde su primer año, le agradaba la vista, se veía la parte más verde de la escuela, donde el club de jardinería pasaba los sábados, además que James hubiera saltado hace rato por ella le hacía reír cuando lo recordaba.

—Los límites son un fastidio—Pensó la chica mientras intentaba resolver los problemas que tenía en su cuaderno.

Soltó el lápiz que tenía y este se detuvo con uno de los varios libros que tenía desparramado por toda la mesa.

La chica estaba cansada, le entró sueño, bostezó, estiró los brazos y luego las piernas pero al hacer eso sintió golpear algo.

—¿James? —Preguntó la chica al ver bajo la mesa y ver al pelinegro sentado ahí.

El chico asintió.

—¿Qué haces aquí? —Le preguntó susurrando.

—La vieja de la biblioteca me ha prohibido entrar, así que me metí por la ventana y me escondí en la mesa más cercana, adelanto tarea. No sabía que tú eras la persona que se había sentado.

El silencio se hizo, a Rose le agrado como James la miraba de una manera tan inocente, no había nada amenazante o aterrador en ese momento en su mirada.

Era el momento de hacerle una pregunta.

—¿Saldrías conmigo? —Preguntó la chica decidida.

—¿Una de tus famosas citas de amigos?

—No, una real.

La chica sentía nervios por la respuesta del chico, no sabía si le gustaba realmente pero eso podía ser una respuesta.

James estaba por contestar cuando ambos notaron como los pies de la anciana se veían desde abajo, entonces ella se agachó y vio al chico.

El chico hecho todo a su mochila, se arrastró hacía afuera de la mesa y se puso de pie con rapidez. James saco de su bolsillo una pequeña esfera plateada la cual aventó al suelo y comenzó salir humo a montones.

—Bomba de humo—Pensó la pelirroja.

Rose no podía ver nada, pero logro escuchar el sonido chirriante de la ventana al abrirse, lo que significaba que James había logrado salir.

—Creo que otro día tendré mi respuesta—Se dijo la chica."



Un darks encantador //editando//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora