"—¿Que pasará?— Se preguntó la chica justo al momento de despertar.
Rose se encontraba recostaba a un lado de James recargando su cabeza sobre el pecho del pelinegro mientras este tenía su cuerpo entrelazado entre sus brazos.
Aquella respiración que elevaba el pecho del chico por momentos hacía relajar a la rojiza, aquello tan calmado le había ayudado a dormir la noche anterior, ahora solo podía desear que James siempre se encontrara así de tranquilo, algo que no estaría al despertar y tener que afrontar el dilema en el que se encontraban.
—¿Qué tan peligroso es el hermano de James? — Pensó la chica al instante después.
Frente a ella había una vista del amanecer que apenas comenzaba, aquel rosado en el extremo que causaba que el oscuro de la noche se aclarara para dar espacio a un azul claro que estaría las siguientes horas del día. Aquella era una vista hermosa que a Rose le hubiera encantado seguir viendo pero no quería distraerse en ello, no cuando su mente se llenaba cada vez más preguntas y pensamientos del día anterior, el pasado de James y el mal que los perseguía, necesitaba hablarlo, hacerlo con el chico sobre el que estaba dormido.
— ¿James? — Susurró.
El chico no respondió, la chica siguió diciendo el nombre del chico cada vez más fuerte hasta que el pecho del chico se endureció y su respiración se aceleró un poco
—¿Rose?— Preguntó James con una confusión típica dado que acababa de despertar lo que después vino acompañado de un gran bostezo.
El chico estiró los brazos soltando a la rojiza, ella aprovechó para sentarse y estirar cada brazo que sentía algo dormidos, el pelinegro hizo lo mismo.
—Es raro verte cuando recién te despiertas— Comentó la chica con una pequeña sonrisa.
—¿Me estás diciendo que no soy tan bonito así?
—Nunca dije algo así, solo me da un poco de gracia el que tus ojos estén un poco inflamados.
—Acabo de despertar, es lo que pasa—Soltó una pequeña risa, entonces ladeó la cabeza y observó a la chica—. Los tuyos no lo están, ¿llevas mucho despierta?
—No mucho—La chica desvió la mirada para no tener que afrontar la de James que lucía preocupada.
Rose decidió enfocarse en aquel amanecer que había ignorado por estar pensando, no se había dado cuenta que necesitaba tomarse un momento antes de tener que hablar con James. El chico vio como caso perdido seguir viendo a la rojiza así que se enfocó en lo mismo que ella, aquel amanecer frente a ellos, aun cuando millones de personas también lo estaban viendo, sintieron como si les perteneciera, era su momento de calma antes del huracán que estaba por llegar.
Al voltear a ver al chico después de un rato, Rose notó algo en él que le sorprendió, su cara reflejaba una calma que no se esperaba, su sonrisa se encontraba con una pequeña sonrisa, una ventisca de aire fue hacia ellos moviendo sus cabellos a la vez que la luz del sol se posaba sobre el chico dándole cierta presencia que sonrojó a la chica justo cuando el pelinegro volteaba.
—¿Qué peculiar amanecer, no? Estoy pensando en despertarme temprano más seguido para poder verlo más seguido—El chico tenía una sonrisa de extremo a extremo de su cara, estaba feliz de estar junto a Rose.
—¿Ahora qué haremos?— Preguntó la chica rompiendo aquel ambiente de calma que se había construido y quitando la sonrisa del chico también.
La mirada de James dejó de estar tan relajada y lucía más concentrado, su cuerpo que lucía flojo se puso duro al momento, lo cual no duró mucho cuando desvió la mirada y se acostó de nuevo, Rose se confundió.
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Un darks encantador //editando//
Teen FictionRose Collins es una chica con una enorme curiosidad por saber todo lo que ocurre y en busca de algo que la desafíe de verdad pero sin encontrarlo aún, pero entonces cuando inicia el nuevo semestre entra un nuevo chico, James, que es todo un misteri...