Día 51

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Rose: No puedes seguir ignorándome en las clases, ahora te mensajeare hasta que me contestes.

El chico darks: Deberías poner atención, esto vendrá en el examen.

Rose: No james, es demasiado injusto, no soportarte que me ignores más, solo llegas a la mitad de la tercera hora con la ropa sucia y cojeando con la pierna derecha, pensé que ya éramos más cercanos, me preocupo por ti y me enoja que no puedas decirme la verdad, dime que tienes.

El chico darks: Me tropecé y me lastime, es todo.

Rose: No me mientas, no lo hagas más, tienes pequeñas manchas rojas en la sudadera, se han secado pero las he notado, ¿es sangre? Por favor dime que pasó.

El chico darks: No es nada, deja de molestar.

"La chica bloqueó el celular y bajo un poco la cabeza, estaba triste como para poner atención en lo que la profesora explicaba, le desesperaba demasiado que cuando creía que la relación de James y ella había avanzado realmente al final había vuelto al principio solo que esta vez el pelinegro le importaba mucho más por lo cual le dolía más.

No quería voltear hacia atrás y ver a James, no lo haría, entonces una ligera gota cayó de su ojo, quería llorar con ganas pero no quería hacerlo en el salón, se aguantaba como podía.

—Sigueme—Le dijo el chico tomándola de la muñeca.

No se había dado cuenta cuando James se había puesto a su lado, no sabía si era por la agilidad de él o porque se encontraba distraída.

James comenzó a caminar así que Rose se levantó de su asiento o se caería junto con el pupitre.

—Volvemos—Le dijo el pelinegro a la profesora con un tono de seriedad diferente, no era amenazante pero no había forma de reprocharle algo.

James llevó a la pelirroja hacía afuera del salón y cerró la puerta al salir.

—No podemos seguir saliendo así—Soltó Rose intentando parecer tranquila y que no le importaba tanto.

—No me importa—dijo James con la misma mirada fría y la apariencia apática de antes.

Toda la fortaleza que había fingido Rose se rompió en ese momento, todo lo que James había avanzado parecía solo una ilusión en ese instante, el chico actuaba como antes, las lágrimas salían de ella, no podía controlarlas más.

Para su sorpresa, James puso su mano en su nuca y la empujo hacía él mintiéndola recargada en su pecho.

—Si lloras de esa manera cualquiera puede verte y pensará que eres débil—Le soltó el chico—. Pensarán que conocen todas tus debilidades.

El sentimiento de enojo se colocó dentro de la chica, se alejó de James y le lanzó un golpe con toda su fuerza que el chico detuvo con facilidad.

—¡Te odio, idiota! —Le gritó la chica.

James el cual aún tenía el brazo de la chica detenido, la jaló hacía él y la abrazó, eso realmente sorprendió a la chica. Se sentía tan cálido, como el lugar más seguro de todos el cual se encontraba entre los brazos de James.

—Hazlo—Le susurró el chico en el oído.

—El problema es que no quiero hacerlo—Dijo Rose—. No quiero que sigas guardándome secretos y actuando de esa forma cuando ya no lo hacías.

—Pides demasiado.

—Lo sé, pero quiero conocerte mejor, que confíes en mí y que me cuentes tus preocupaciones, para que juntos encontremos las respuestas.

—¿Por qué?

—Porque me preocupo por ti.

—No lo hagas, hazlo por ti, nunca te preocupes por nadie más, eso solo es una pérdida de tiempo.

—Eso no es cierto y lo sabes, no es una pérdida de tiempo porque es gente que te importa, personas que quieres, como Jonathan, Mary y tu tía que se preocupan de verdad por ti porque te quieren. No puedes evitar que los demás se preocupen por ti y tú tampoco por los demás así que no lo intentes.

—Tonta, no lo entiendes.

—Lo hago más de lo que crees porque te quiero, esa es la razón, tal vez pienses que alejándote de mí puedes esconderte pero no lo lograras porque seguiré buscándote, siempre

James alejó a la chica de él con un movimiento rapido. Rose veía como el chico se había sonrojado realmente, algo que nunca había hecho por completo así que no pudo evitar mirarlo con una mirada de sorpresa entonces él puso su mano en su mejilla y se acercó a ella cerrando los ojos mientras se ladeaba un poco.

—Chicos, dice la profe que... —Dijo Cassandra cuando abrió la puerta pero se detuvo al ver la situación— ¡Perdón!

Mientras James miraba a Cassandra, Rose lo miraba a él y observó su mirada de sorpresa, era como ninguna, de una forma inocente.

—Dice que entren—Les dijo Cassie.

Después de una mirada rápida entre ambos entraron. La profesora por temor solo regaño a Rose y le pidió que no se volviera a repetir la situación, el corazón de la chica latía con velocidad por preocuparse de la situación.

—James, sigo sin entenderte, haces algo como eso y me pides que te odie, eres idiota—Pensó la chica cuando se sentó en su pupitre.

Cuando llegó la salida la chica buscó a James para acompañarlo pero no lo encontró, entonces fue hacía su casa.

—Si quiero tener una oportunidad para conseguir respuestas es el alcalde Utonio, pero no tengo ni idea de cómo lo lograre—Se dijo la chica mientras caminaba.

La chica pasó por el puesto de revistas por el cual había pasado cuando James quemó aquel periódico, buscó en búsqueda de alguna respuesta entonces lo encontró.

Intento de asesinato casi sucede contra el alcalde Utonio.

Rose se sorprendió por aquel encabezado así que leyó la información para estar mejor informada sobre el tema.

Al leerlo se enteró como en su entrada a la ciudad en uno de sus lujosos autos con sus guardaespaldas mientras se dirigía a sus asuntos, uno de sus guardaespaldas se dio cuenta que había un explosivo en el vehículo, lograron salir a tiempo antes de que explotara. Entonces cuando todos estaban distraídos por el accidente, un extraño sujeto se acercó y venció con rapidez a los guardaespaldas dejándolos en el suelo, se dirigía hacia el alcalde Utonio mientras sacaba algo de su sudadera pero se detuvo por alguna razón y fue en ese momento cuando uno de los guardaespaldas logró disparar y le dio en la pierna. El sujeto comenzó a escapar en ese momento, se metió por un callejón, pero cuando los guardaespaldas lo siguieron no encontraron ningún rastro de él. El tipo traía una sudadera con el gorro puesto, un pañuelo negro y unos lentes de sol por lo cual no pudieron saber mucho de cómo lucía. El alcalde Utonio estaba molesto por ese trato.

—¡James! —Pensó la chica.—¿Que has hecho?"

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Un darks encantador //editando//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora