11.- Conociéndonos

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Habiendo dejado a solo tres alfas con vida, un pelinegro salio de aquella casa donde se acababan vidas.

Llego a su casa donde lo resivio un Beta que lo veía algo nervioso.

.– Raian.... ¿Que paso? –. El Beta sonrio nerviosamente y dijo .– Se lastimó las costillas –. La cara del pelinegro cambio de manera dastrica.

.– Pero él esta bien –. Hablo rápidamente el Beta.

El Alfa Puro Dominante lo ignoro y subió hacia la habitación. Al entrar vio a un Omega peliblanco acostado boca abajo sin poder moverse.

.– ¿Min? –. Pregunto un poco curioso por la posición en la que estaba el peliblanco.

.– ...... –. El Omega no respondió, la razón era muy simple.... le daba una pena inexplicable.

.– ¡Ah! –. El pelinegro levanto al Omega y lo acomodo, con cuidado, en la cama para que quedara en una posición más cómoda.

El Alfa Puro Dominante no se había lavado para quitarse el olor a sangre y esto lo noto el Omega. Min sintió un olor ya conocido y dijo algo preocupado .– Sangre..... E-Eithan ¿estas sa-sangrando? –. El pelinegro pareció recordar que debía lavarse para quitarse el olor.

Aunque..... pensándolo bien, mentir puede tener sus ventajas......

.– S-si, me corte algo profundo hace rato –. El Omega olfateo más cerca del pelinegro para buscar la fuente del olor.

.– ¿D-donde te he-heriste? –. El Alfa Puro Dominante, que era un muy buen mentiroso, saco una pequeña navaja mariposa que tenia en el pantalón y se corto una mano, un corte superficial, pero lo suficientemente profundo para que sangrara

.– Mi mano –. Acerco la mano herida a las blancas y suaves manos de su Omega para que la tomaran. Justo como lo planeo, el Omega tomo su mano y la acerco a su nariz para saber si estaba mintiendo.

Alarmado, el Omega sugirió una idea muy útil .– Eh.... L-le dire a Ra-Raian que tra-traiga un medico –. El Alfa Puro Dominante no era tonto y sabia que, aunque el Beta le sea leal, era un chismoso y le diría a Min que estaba mintiendo y que se hizo la herida él solo.

.– No, estaré bien si descanso por un rato –. El pelinegro se acostó en la cama, pero estaba inconforme.

.– Cariño sigue mi voz y acércate –. El Omega desconfiaba, pero su razonamiento era que si estaba herido no podía atacar. Se acerco cuidadosamente, no espero que cuando estuvo lo suficientemente cerca, sintiera una presión en los muslos.

El Alfa Puro Dominante se acostó en los muslos del Omega tomándolos como almohada. El Omega trato de liberarse, pero mientras más forcejeaba, más aumentaba el agarre.

Sin fuerza para seguir luchando, el peliblanco finalmente se rindió.

.– Min, cariño –. El Omega no respondió, solo pensaba.

.– Tu no tienes idea de como luzco ¿verdad? –.

.– No.... solo puedo identificar cosas mediante el tacto, gusto y olfato –. Dijo muy seguro el Omega.

.– ¿Que olor tiene mi feromona? –.

.– No conozco muchos aromas..... pero es bastante provocativa y embriagante –.

.– Me alegro de que mi feromona te parezca atractiva –. El Alfa Puro Dominante comenzó a olfatear el aire, el olor de ambos creaba una mezcla exótica y deliciosa.

La cara del Omega paso de blanca a roja cuando tuvo el valor de preguntar .– ¿M-mi feromona que aro-aroma tiene? –.

.– Vainilla y canela, la mezcla es deliciosa. Si hueles tan bien me imagino a que sabrás –.

EL OMEGA DE UN MAFIOSO (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora