EL OMEGA DE UN MAFIOSO (En Edición)

24.- Celo

Aviso
Este capitulo contiene escenas algo explícitas, mayormente sexuales, si eres sensible a esto saltale las partes con este signo '♡'
Gracias por su atención.
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El Omega estaba envuelto en sabanas desde que se fueron Raian y Daulin. No quería pensarlo, quería tranquilidad.

Desde hace dos días siente una mezcla de calor y frío abrumadores. Primero pensó que era por estrés o por otra cosa medica, pero siguió y lo peor es que cada segundo aumentaba más y más.

No solo eso, estaba seguro que sus feromonas se expandía por toda la habitación y eso le hacía sentir inquietó de alguna manera.

En su vida pudo sentir esta sensación varias veces, pero esta era la más intensa hasta la fecha. ¿Lo malo? Esta vez trato de tocarse.

En la noche anterior, comenzó a sentir un ardor indescriptible en su pecho y nuca. Luego, tuvo la necesidad de tocarse.

Se acaricio y froto un poco el pecho porque eso antes le relajaba, pero no funciono. Al contrario, se intensificó.

Ahora, estaba apunto de desmayarse por el calor que sentía en su cuerpo. Quería llamar a uno de los que estaban en este lugar, pero no sabia como describir su situación muy bien por lo que no lo hizo.

Les dijo a ambos que se fueran por que no quería que nadie lo viera en esa forma. Sabia que era algo llamado 'celo' y que suele afectar a Alfas y Omegas. No sabia muy bien como contrarrestarlo ya que nunca se entero de la existencia de los supresores.

Tenia que admitirlo, sentía una fuerte necesidad de estar con Eithan, pero era una necesidad de que lo tocara. No sabia que hacer, muy probablemente Eithan ni siquiera había llegado de donde estaba ya que escucho que hoy tenia una reunión con sus padres y que no volvería muy temprano.

¿Esta bien entrar al cuarto de alguien sin su permiso? ¿Es correcto o es malo?, ¡Ah! No tiene la poca vergüenza de su madre como para hacerlo. ¿Y si llega cuando esta adentro y se enoja? ¿Y si ya esta ahí y le incomoda que entre?, para el peliblanco era realmente difícil tomar una decisión.

Finalmente, y cubriéndose de pies a cabeza con las sabanas,  salio de la habitación. En el camino atraía la mirada de varios Alfa y Omega, no solo por como iba, también por el fuerte e intenso olor de sus feromonas. Desde la mañana había aumentado en cantidad sus feromonas.

Aunque, al ver a la persona, la mayoría aparto su mirada respetuosamente y, aunque no pudiera verlos, algunos se inclinaron un poco en disculpa y luego se retiraron.

Min no estaba consiente de que había más personas a su alrededor, mayormente por qué sus sentidos sus sentidos los ignoran, y solo tenia un único objetivo. Sus pasos se apresuraron hacia la habitación del mayor donde entró de golpe.

Si, no traía su bastón, pero estaba lo suficientemente familiarizado con este camino como para no recordarlo de memoria.

La habitación del mayor estaba inundada con un aroma atractivo para el Omega que no dudo en entrar a esta cerrando la puerta. Con cuidado, camino por toda la habitación olfateando el atrayente aroma que lo amarraba. Sentia como su cuerpo se calentaba y como su conciencia se perdia entre todo.

No se sentía el mismo, pero se sentía bien. El aroma del Puro Dominante se intensificaba en ciertas áreas.

Min se tiro en la cama y se enredó entre sus sabanas y las del mayor que tenían su aroma impregnado. El Omega se levanto enredado entre las sabanas y busco un lugar lo suficientemente cómodo para él.