33.- Raian

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Cerca de las seis en punto. Un joven sirviente estaba de lo más feliz preparando un té de manzanilla.

Todo estaba demasiado tranquilo en la mansión... demasiado.

Al terminar de preparar el té de manzanilla, decidió llevarlo a la habitación de su Jefe, no sabia si estaba despierto o no. Siempre que despertaba se quedaba mirando el rostro del joven Min por horas y por esa razón era difícil saber si estaba despierto pues mientras lo observa no hace ruido alguno.

Con cuidado y haciendo el menor ruido posible, subió las escaleras y toco la puerta obteniendo un "pase" como respuesta. Al entrar en la habitación todo estaba completamente oscuro, los ventanales eran cubiertos por cortinas grandes que no dejaban entrar ni un solo rayo de luz. A él, no le incumbe la razón de porque esta así, solo vino a traer el té y unos cuantos minutos salio de la habitación.

No es como si quisiera ver que pasara, así que decidio mejor ir a hacer unos cuantos quiaseres.

Daulin llegaba a las siete y Nina a las ocho, así que no tenia mucha compañía que digamos. Hablando de Nina, se entero por unos sirvientes que había pedido un aumento y ahora tenia que trabajar más tiempo. Pobre, es una mujer fuerte al pasar por todo lo que ha vívido.

Sin embargo, la única compañía que tiene es Theone, que llegaba a las seis y media de su guardia en los terrenos de la mafia. Pero igual llegaba en media hora.

No es que le moleste estar solo... bueno si le molestaba, nadie con quien hablar y nadie con quien reir. Solo estaban algunos sirvientes con los que no hablaba mucho....

En fin, lo primero que debe hacer es limpiar un poco la casa, esto por supuesto que no lo hace solo. ¿Quien estuviera tan loco como para limpiar todo esto sin ayuda? Minimo el no lo estaba.

Sin otra opción, le pidió a algunos sirvientes que lo ayudasen a limpiar todo.

Sus armas en este momento son solo escobas y trapeadores. A lo mucho les tomará una hora limpiar.

En el transcurso de esa hora, llego Theone que venia algo confundido.

.– Oye Raian –. El Beta se asusto por la llamada pues estaba muy concentrado tratando de hacer brillar algunas cosas de oro.

Miro a Theone y con voz cansada le pregunto .– ¿Que necesitas? –. Para después seguir limpiando.

Theone miro indignado al sirvientes, es decir ellos se llevan así, pero ahora era realmente importante.

.– No tienes por que hablarme así, ten –. Theone le regaño para después pasarle un papel que tenia algo escrito.

Raian miro el papel y luego a Theone, no comprendió la situación hasta que leyo el papel.

Las palabras que estaban ahí le dieron una sensación de incomodidad y solo pudo reírse nerviosamente mientras se dirigia a tirarlo. A Theone le extraño este comportamiento así que lo siguio.

.– ¿Que pasa? –. Theone lo alcanzo justo cuando lo iba a tirar.

Raian se dio la vuelta dejando ver como temblaba y su rostro tenia una expresión poco común en el.

Theone, preocupado, lo ayudo a caminar hasta un sillón para que se recostara y pudiera despejar su mente.

.– ¿Te encuentras bien? –. Theone se sento a su lado tratando de calamar su temblor en las extremidades.

.– Si... eso creo –. Justo al terminar esta frase, la puerta de la mansión se abrio dejando pasar a una mujer.

.– ¡Ya llegue! –. Ambos hombres miraron a la mujer, que llego inusualmente temprano.

EL OMEGA DE UN MAFIOSO (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora