EL OMEGA DE UN MAFIOSO (En Edición)

20.- Te quiero

En la mañana del día siguiente, hacia un frío horrible en la mansión y, debido a que comenzaban los tiempos de frío, todos estaban con ropa un poco más abrigada que de costumbre.

Tanto el pelinegro como el peliblanco seguían cómodamente dormidos el uno con el otro. Alguien toco la puerta y con una voz animada dijo .– Mi Señor les traje el desayuno –. Esta voz no le pertenecia a nadie más y a nadie menos que a cierto Beta que se tomo unos días de descanso.

Por raro que parezca, Raian se encargaba de ordenar todo el equipo de sirviente era algo así como un jefe de ellos.

Solo unos pocos tenían la confianza de ir y tocar la puerta del lider ya que no se sabia con que humor puede amanecer. Raian y Daulin eran de los pocos sirvientes que lo hacían.

Con otros tres golpes en la puerta, Raian logró despertar de su sueño a Eithan que amaneció algo molesto. Osea ¿Quien no se enoja cuando lo despiertan?

.– ¿Que quieres? –. Pregunto irritado Eithan al escuchar los golpes.

.– Entregar su desayuno mi señor –. Con esto dicho Raian espero el permiso para entrar.

Con el permiso del Alfa Puro Dominante, el chico entró con una bandeja de comida recién preparada.

Al entrar vio al pelinegro sin su parte superior de ropa mostrando su pecho, pero no lo sorprendio. Eithan no sentía tanto frío como muchas personas y, aunque no lo parezca, en tiempos de frío prefería dormir casi sin ninguna prenda ya que según el así era mejor.

.– ¿No a despertado el joven Min? –. Pregunto Raian pues el peliblanco estaba inmóvil.

.– E-estoy despierto Ra-Raian –. Dijo el peliblanco levantándose y dejando ver una cara excesivamente roja.

Al ver su cara Raian no podía imaginar lo que el pelinegro lo hizo, por buena o mala suerte no era lo que estaba pensando. En resumen, cuando estaban apunto de dormir, a Eithan se le ocurrió la grandiosa idea de robarle un pequeño beso a Min. El beso no fue pequeño y dejo sin aire al peliblanco. Eithan se dejo llevar y casi termina por lamer los botones rosas del Omega, este, que también se dejo llevar, se avergonzó por su comportamiento y se disculpo mil veces. Eithan, al ver su cara completamente roja, decidió dejarlo descansar.

Al parecer la vergüenza no se había ido de la cara del peliblanco en toda la noche.

Raian seguia con su mente en las nubes cuando dejo la bandeja y se fue.

.– ¿Sigues avergonzado? –. Preguntó Eithan viendo divertido la cara del menor.

.– No –. Dijo Min muy seguro de si mismo.

Eithan solo rio ante la respuesta y se dispuso a comer.

Ambos ya estaban muy acostumbrados a la presencia del otro y la comida pasaba con conversaciones, pero siempre era el Alfa Puro Dominante quien las iniciava.

Min comia severamente más rápido que Eithan y en pocos minutos estuvo completamente lleno.

Aunque no lo parezca, el Omega se sentía atraído por el Puro Dominante, pero lastimosamente no sabia como expresarlo.

Despues de que ambos terminaran de comer, el pelinegro se vistió así mismo y ayudo al peliblanco. Esta vez, Min vestía un suéter sin cierre y un gorrito tejido de lana.

.– Regresare un poco tarde hoy así que te quedaras con Raian, creo que te llevas mejor con él que con cualquier otra persona de la servidumbre –. El Omega asintió y tomo su bastón listo para salir del cuarto.

.– Recuerda que te puedes mover libremente por todo el lugar –. Dijo Eithan antes de irse.

No paso mucho para que Raian subiera con todo el mejor animo del mundo.