40.- ¿Es acaso una buena idea?

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Min ya había despertado desde hace un rato. Sus dudas habían crecido y el estaba decidido... era hora de interrogar a Eithan.

Sin embargo, su plan fue frustrado cuando Raian le dijo que Eithan estaba ocupado y bueno, no es como si le gustará interrumpirlo.

Así que mejor decidio esperar hasta que Eithan se presentase para interrogarlo... mientras buscaría las palabras adecuadas para decirle.

Para pasar el tiempo, el joven decidió ir a la biblioteca. Una vez ahí trato de pensar en como.

¿Tal vez si le preguntaba indirectamente?, ¿tal vez si le decía siendo directo?, ¿Y si no le dice?, ¿Y si le dice que todavía no es tiempo de que sepa?, ¿Y si lo acusa de desconfianza?

Esas preguntas asaltaban la mente de Min que trataba de encontrar un titulo interesante en la biblioteca.

.– ¡Psss! –. Aunque, como suele suceder, su mente fue detenida por el sonido de un infante que se escondia detrás de uno de los sillones que habia en la biblioteca.

.– ¿Hola? –. Min dejo de buscar libros y con su baston se acerco a donde escucho el sonido.

Ray rio mientras se movia de lugar.

.– ¿Q-Quien esta ahí? –. Min se acerco a la risa que se escuchaba cerca de una mesita.

Ray fue sorprendido por la espalda. Realmente no se esperaba que Min lo encontrara y lo sorprendiera.

.– ¿R-Ray? ¿Por q-que te ocultas? –. El niño solto un grito y se golpeo la cabeza con la mesita casi tirando un jarrón de flores que estaba sobre esta.

Min rio un poco por sorprender al infante, aunque luego se preocupo por que se golpeo la cabeza.

.– ¿Estas b-bien? –. Min se sento con cuidado en el piso.

El niño se acerco a Min, de sus ojos salían pequeñas lagrimas debido al golpe.

Aunque no lloraba de forma escandalosa, soltaba algunos sollozos ya que si le dolió pegarse.

Sin pensarlo abrazo a Min y este hizo lo mismo consolando.

.– Y-Ya tranquilo, ¿S-Si? –. Min sobaba la espalda del menor y daba pequeñas palmadas en su cabeza tratando de calmarlo.

Pasaron alrededor de cuatro minutos hasta que Ray se calmó y dejo de llorar.

Min suspiro aliviado al escuchar como paraba su llanto y se levanto del suelo tomando la mano del niño. Con ayuda de su baston, camino hasta uno de los sillones que estaba en la biblioteca y se sento junto al niño que hipeaba un poco.

.– ¿T-Te duele?, puedo p-pedir que te revisen s-si quieres –. Min tocaba el área del golpe verificando que no haya quedado inchazon ni nada parecido.

.– No, estoy bien... solo me dolió un poco –. Respondio Ray algo triste.

Min toco la nariz del menor tratando de hacer que riera un poco, pero no funciono... ahora que lo piensa ¿como llego hasta aquí?, siempre esta cerca de su hermana.

Ray solo rio un poco para luego estar completamente serio.

.– ¿Que ha-hacias aquí? ¿Todo b-bien? –. Pregunto Min acariciando el cabello del infante.

El niño dudo en responder, pero al final le dijo .– Si... –. Estaba algo cabizbajo mientras se explicaba .– Me peleé con mi hermana y corri hasta llegar aquí. Como estabas aquí quize sorprenderte –.

.– Oh... ¿P-Puedes decirme que p-paso? –. Ray asintió.

.– Es que yo quería venir a la fuerza porque mamá no estaría en casa y ella se molesto por que ya me había dicho que no se podía. Yo me enoje y cuando ella salio, yo la seguí... cuando me descubrio, ya había llegado a esta casa y me regaño y grito por seguirla sin permiso. Fue muy brusca conmigo cuando entramos yo salí corriendo y estre aquí para ocultarme –.

EL OMEGA DE UN MAFIOSO (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora