Capitulo 20

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¡¡Hola!!

¡Nuevo capitulo! 

No pude actualizar la semana pasada porque enferme, y mi cuerpo necesito descanso y reposo. Aun estoy recuperándome, pero estoy un poco mejor, por lo que decidí subirles capítulo.

Este es uno de los mas largos que he escrito (casi 7000 palabras). Espero lo disfruten!

No olviden votar, comentar para que esta historia crezca cada día mas!

#Pueden pasar por mi perfil, donde ya esta subido el prologo de la nueva historia que pronto subiré, sobre "La Casa del Dragon".

Un gran abrazo.

Yesica Di Palma.

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El grupo camino por largas horas, atravesando bosques, praderas, hasta que delante de ellos aparecieron las montañas.

Los hobbits habían empezado a tener hambre, por lo que decidieron detenerse por unos minutos.

Sam prendió un pequeño fuego para asar un poco de carne y calentar unos trozos de pan que había traído del Valle. Aragorn aprovecho el descanso para encender su vieja pipa.

Legolas se acercó a Narwen, quien estaba sentada sobre una roca.

– ¿Tienes hambre? Vi que Sam tiene algunas verduras en su bolso. –la elfa negó.

–Cene bien anoche, mis fuerzas aun no decaen. Deja que se alimenten ellos que lo necesitan más que nosotros. –sabían que los hobbits tenían la costumbre de comer mucho más que cualquier hombre, enano o elfo.

–De todas formas tengo un poco de fruta en mi bolso. Cuando necesites comer, solo dímelo. –sonrió.

–Gracias Príncipe. Recurriré a usted cuando mis fuerzas comiencen a flaquear. –

–Me encargare de estar atento a usted, Princesa. –Narwen sintió como sus mejillas se calentaban. Desvió el rostro hacia Gandalf, quien se había sentado cerca de ambos.

–Debemos mantener esta ruta, al Oeste de las Montañas Nubladas durante cuarenta días. Con suerte, el Paso de Rohan seguirá abierto. Ahí nuestro camino vira al Este hacia Mordor. –pocos eran los que le prestaban atención, pues Pippin y Merry estaban enzarzados en un entrenamiento con Boromir. Ambos hobbits atacaban al hombre, pero este lograba detener cada envestida de los pequeños.

–Mueve los pies. –aconsejo Aragorn mientras soltaba el humo de la pipa por su boca.

–Si a alguien le interesa mi opinión, lo cual es improbable, –hablo Gimli –yo diría que estamos tomando el camino largo. Gandalf, podríamos pasar por las Minas de Moria. Mi primo Balin nos recibirá como reyes. –Narwen recordó al enano al oír su nombre. Sin dudas deseaba volver a verlo a él, y al resto de la compañía de Thorin.

–Balin siempre ha sido un gran hombre. Sin dudas si vamos, nos recibirá en su casa. –dijo Narwen.

–Yo no atravesaría Moria a menos que no hubiera más remedio. –Gandalf se oponía a la idea de atravesar la montaña, y Narwen había notado una especie de temor en sus ojos.

Legolas observó a la Princesa, deseaba seguir hablando con ella, pero algo en el horizonte lo distrajo. Se puso de pie y camino hacia una de las piedras. Narwen lo siguió, notando también aquello que se acercaba a lo lejos.

– ¿Qué es eso? –pregunto Sam.

–Es solo un jirón de nubes. –le restó importancia Gimli. Todos pusieron sus ojos en esa mancha en el cielo.

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