Misa

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          Tanoria, el nacimiento de mis hermanos a los que llamaron los inferiores y mi propio nacimiento no fue como cualquiera, en realidad todos nosotros nacíamos de una forma única. Antes de mí ya había nacido Fallia guardiana de la gravedad, Teina guardiana del tiempo, Tan el cambiante guardián del macro y microverso, Nesla guardián del rayo, Niar el agua, Loudo la tierra, Xige el aire y Copliora los metales y minerales.

          Cuando nací todo olía a sangre, nací con un dolor profundo que parecía no dejarme mover pero al mismo tiempo era lo que me impulsaba a levantarme sobre mis cuatro patas, no podía observar bien, mis ojos se adaptaron a la reciente luz. Pero justo en el instante que me di cuenta que estaba viva, al menos un centenar de momentos y experiencias saltaron a mi cabeza y se llenaron con palabras que aún yo no comprendía del todo: nacer, instintos, fuerza, naturaleza, humildad, bestia, salvaje, jugar, cazar, roer, comer, cultivar, sobrevivir, crecer,  dolor, muerte, sangre… yo era un ciervo… pero no uno pequeño, ya era adulta, ya comprendía todo. En ese momento entendí mi propósito.

          Yo había nacido para defender, moldear, cuidar, proteger y hacer triunfar a la vida animal y mi corazón me lo imponía con cada latido, mi propia conciencia me lo exigía haciendo que sintiera y anhelara eso con todo mi ser. Pronto mi cuerpo empezó a cambiar mientras empezaba a aprender a caminar. Me convertí en un ser dorado con manos y pies en vez de patas, nariz y boca en vez de hocico, uñas en vez de garras, piel dorada en vez de pelaje y ojos color bermellón.

          Al mirar a mí alrededor mi corazón se achicó, pues estaba rodeada de cadáveres, fue la primera imagen que vi, entendí y comprendí que yo había nacido de la sangre y muerte de los animales.

          Como había desarrollado una conciencia y conocimiento gracias a las imágenes que veía en los destellos de mi mente. Comprendí quienes habían sido los responsables eran aquellos que se hacían llamar los seres pensantes.

          La esfera donde vivíamos todos no era este planeta, era no más que el cuerpo físico unido de los mellizos altísimos Vita la vida y Thilil la antivida. De ellas dos habíamos nacido todos los seres terrestres: Los inferiores, los demonios, los pensantes y los animales.

          Mi objetivo estaba claro y por unos eones me encargué de dar del poder con el que había nacido a las diez especies de animales que existían, luego juntos dejamos de huir y más bien empezamos a defendernos y luego de un tiempo empezamos a atacar a los seres pensantes, ellos eran más listos que nosotros pero aún así nuestros instintos nos hicieron superarlos hasta el punto de que tomamos el control de todo y nos impusimos sobre ellos, ahora la sangre derramada no era la nuestra sino la de ellos.

          Pronto entendí que podía tomar la forma de todos los animales a los que les había dado de mí poder y podía saber lo que pensaban y sentían. También que mientras más daba de mi poder, el dorado de mi piel desaparecía y más bien esta se tornaba blanca y rosada.

          Ninguno de mis hermanos intervino en mi gobierno ni se interpuso, lo que nunca me imaginé es que igual como había pasado conmigo naciera un ser igual pero totalmente opuesto a lo que yo era, el también había nacido de la sangre y muerte, pero no la de los animales, sino de los seres pensantes que yo misma había matado. Yo vi su nacimiento, era más sabio que cualquiera de los inferiores e incluso a mí me convenció de cesar las muertes excesivas.

          Tanoria, el se llamaba Alhel y además de la longevidad no parecía tener poderes como el resto de nosotros pero tenía la capacidad de convencer a cualquiera solo con decir pocas palabras, su voz era pacífica, tranquila y siempre sabía qué hacer. Nació con el mismo brillo que yo había nacido, pero en vez de tener ojos de color bermellón los suyos eran color ámbar.  Siempre sentí que el brillo dorado a él le había durado más que a mí. Él se convirtió sin ni siquiera exigirlo en aquél que nos guiaba, y por primera vez los inferiores nos unimos.

Herederos de Alhel: Ciencia y magia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora