Mutua

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          Mutua estaba muy cansada después del viaje, solo había dormido unas horas, salió de su habitación y afuera de ella se encontró a Cantar tocando un flautín sutilmente. Este la saludó muy formal y exageradamente amable, la guió hacia el lugar donde estaba Kathagal.

          El joven Cantar siempre la hacía sentir incómoda, Mutua conocía a pocos hombres, uno grotesco como su padre Griff, uno oscuro y misterioso como Lancel que parecía incapaz de ser educado y un mago gordo llamado Garfald que no se tomaba nada en serio. Cantar no era como ninguno de ellos.  

          De seguro el joven senod pasó por cientos de cosas y aún parecía tener una personalidad calma y pacífica. La ciudad de las rebeldes no era muy diferente a los clanes, solo que en vez de un hombre tener el poder, eran varias mujeres teniéndolo. Aún así él parecía ser feliz a pesar de que fuese un esclavo. Mutua pensó que en su clan ella también era como una esclava y a veces era feliz al menos cuando estaba con Lobra.
         
          Cantar se quedó afuera y Mutua entró y siguió el camino que le había indicado el senod, pasó por un pasillo largo donde escuchó la voz de Kathagal que venía de una oficina casi al final, ella estaba casi como ensayando un discurso cuando la vio se detuvo.

          —Espera afuera por favor —sonrió entrecerrando los ojos y Mutua se regresó a una silla que estaba cerca de la puerta, dentro a penas había visto la silueta de dos mujeres más.

          Mutua practicó a controlar su antimagia fuera de la oficina. En un bolso de cuero llevaba su grimorio escondido.

          En el gran salón donde estaba, esperaba que llegasen todos los representantes de las razas que su mentora había llamado.

          Se entretuvo con una roca rectangular que tenía un hechizo sencillo pero potente. Kathagal le explicó que esa roca llevaba una Runa escrita por una guardiana esto la hacía levitar en el aire por Magia con energía gravitatoria.

          Cuando Mutua estaba cerca de la roca esta dejaba de levitar ya que anulaba su magia, practicó concentrándose para dejar de hacerlo hasta que logró que la roca continuara levitando incluso al tenerla en tenerla en frente.

          Llegaron varias mujeres con vestimentas formales, saludaron y esperaron en un salón grande con una mesa con varios asientos después de escuchar murmullos por una hora Kathagal salió de su oficina detrás la siguió lo que para Mutua parecía una elfo, pero con una piel de un tono como el de ella y de cabello rosado estaba vestida de traje verde y llevaba un dije de cuatro tréboles guindando en el cuello. Detrás de ella salió una ogra de dos metros y medio, su piel era violeta grisácea y su cabello rojizo.

          —Justamente se tuvo que desaparecer Neleste cuando más la necesitábamos, se supone que ella siempre se encarga de esta parte que incluye tratar con las personas —murmuró Kathagal.

          «Justo tuve que venir a la ciudad de las rebeldes cuando se avecinaba una guerra », pensó Mutua y estuvo a punto de decirlo, pero su comentario casi ni tendría lugar ni importancia.

          —¿Cómo se supone que permitieron que pasara esto? —reclamó Kathagal alzando la voz de manera repentina, no le importó que la gente en el salón la escuchara —. Olvídalo ya eso lo hablamos, te juro que cuando Neleste aparezca tendrá que darme una buena justificación. Tú deberías buscarte una nueva mentora.

          La elfo de cabello rosado asintió con una mirada de odio, lucía menos perfecta que el resto de las elfos que había visto Mutua, después de un momento comprendió que era una hibrida.
          —Y tú Mouse —dijo Kathagal señalando a la ogra quien pareció asustarse —. No cometas una estupidez como cuando nalgueaste a la diosa esa, jiji.
  
          —Bellis tú le contaste —La ogra se tocó el pecho como fingiendo dolor por la pequeña traición. La elfa negó con la cabeza y Kathagal volvió a reír.
         
          —Ya no podemos retrasar eso más —respiró profundo Kathagal y esta vez no rió —. Vamos a la reunión del consejo, nos estás esperando. Por cierto Mutua, quita esa cara de tragedia.

Herederos de Alhel: Ciencia y magia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora