Herederos de Alhel: Ciencia y magia (TERMINADA)

Chama

          El ambiente estaba helado, se podía ver la respiración y exhalación de todo ser vivo como si de humo se tratara. Había ocurrido un milagro que cambiaría la historia de Alhel. Todo el mar por el que habían volado se había congelado por las gotas de agua de la nubel Duo, que por la presencia del oice dentro de ella se convertían en copos de nieve. Ahora volvía a existir el invierno en Alhel.

          Chama acarició la piel suave y fría de Persa, estaban recostados sobre el nubel, sus cuerpos cambiaban de color en tonos suaves de rosado y azúl, su hijo estaba dormido... Y probablemente sería el último tiempo a solas que tendrían.

          Persa besó suavemente los labios de Chama y lo tomó fuerte de la mano... Siguió besándolo por todo su cuerpo, este empezaba a parecer un arcoiris. Chama sonrió y la abrazó fuerte... Amaba sentirla sobre él. Sentía muchísima paz.

          —¡Oye! Cuidado con mi pie que todavía no ha sanado por completo —dijo Chama cuando Persa a penas lo rozó.

          Persa se desnudó y desnudó a su esposo, ambos sentían ese cosquilleo en el estómago y el calor tornaba rojizo todo su cuerpo. Chama la tomó fuerte de la cintura mientras ella estaba encima dominando el ritmo como en una danza.

          Estuvieron así unos minutos sintiendo sus cuerpos rozar y hacerse uno muy lento, normalmente siempre Persa estaba encima de él. Aprovecharon cada segundo haciéndolo eterno en sus pensamientos, prolongando esos últimos instantes de libertad, paz y amor hasta que sintieron un estallido que inundó su piel de una explosión de colores. Ambos suspiraron y se separaron.

          —Gracias por eso —dijo Chama sonriendo.

          —Siempre agradeciendo. No tienes que hacer eso —respondió.
         
          Duo descendió del cielo a la tierra, ya habían llegado al País Ani luego de un largo viaje de diecisiete horas. El país Ani era una zona selvática montañosa. Tenía muchos árboles rodeando el verde y marrón suelo, las montañas también tenían abundantes arboles y animales, con ríos y cascadas por todo el país, como estaban cerca del mar también tenían playas por todas las costas, Chama amaba su país, pero apenas tuvo edad para poder salvar a los animales empezó a hacerlo por todo Alhel, rescatando a los animales que todos creían extintos. Todo se le hizo más fácil cuando encontró a Duo.

          —Esta nube es realmente rápida —dijo Persa cuando empezaba a buscar la salida entre las partes de la nube que parecían un algodón.

          Un pequeño mono con una larga cola y el cabello liso de color azul saltó al hombro de Persa, era una especie llamada mono azul que se podía hacer invisible tanto a él mismo y a los Ani que lo tocaran.

          —Yo llevo al bebé, ve saliendo... muero de hambre hay que buscar que beber y comer —dijo Chama. Persa ya estaba saliendo de la nubel con Mono en su hombro.

          —Ven bebé, es hora de que conozcas a nuestra gente —le dijo Chama a su hijo que estaba entusiasmado abrazando al pequeño Oice que yacía frío.

          —¡Chamaaa! —gritó Persa desde lejos y Chama alterado soltó al bebé en la nubel y saltó en un pie hacia donde había escuchado el grito.

          El pie de Chama aún no se había regenerado por completo le era difícil saltar en un solo pie hasta la salida de la nubel.

          El mono azul entró en la nubel y salió corriendo al lado del bebé.

          —Duo, quiero que apenas salga te vayas volando lejos de acá y no regreses hasta que te llame.

          Al salir de la nubel se quedó algo sorprendido con lo que estaba ante sus ojos, Persa estaba a su lado algo impactada también, alrededor de treinta Ani empezaban a rodear a la nubel Duo, la mayoría estaban encima de rinocerontes y otros encima de unos sap que eran unas criaturas en cuatros patas parecidas a los sapos pero mucho más grandes, fuertes y resistentes su piel parecía goma por lo que todo su cuerpo rebotaba, tenían una larga lengua y saltaban muy alto tanto que al caer podían hacer temblar la tierra.