Chama

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          El sabio Cagua quería que hubiera la menor cantidad de bajas posibles. Así que ordenó que las tropas aéreas se adelantaran antes de que las tropas terrestres llegaran al terreno. Aún así ordenó que no iniciaran el ataque hasta que él lo ordenara.
        
          El cielo brillaba por el sol que iluminaba cada rincón del continente Siafan estaba atardeciendo, el cielo estaba lleno de muchos animales tanto mágicos como normales, se preparaban para la que sería la primera batalla. Chama tenía mucho miedo, Estaba montando a la nubel Duo que había encogido su tamaño para ser menos visible.

          Chama iba encima de ella como no lo había hecho antes. No estaba muy de acuerdo con la batalla que se avecinaba, pero cada vez que pensaba en su madre y todos sus hermanos se entristecía. Todos esos animales y todas esas personas que conoció en su corta niñez fueron asesinados por los semihombres reptiles habitantes del país de Pico.

          Estos semihombres se reproducían de forma descomunal, y se hacían adultos muy rápidos en tan solo dos años, el doble de rápido que los Ani. Además cada madre colocaba treinta huevos.

          Los hombres reptiles sabían muy bien lo que estaba por venir, la mayoría de las tropas aéreas estaban compuestas por águilas gigantes que transportaban a muchos Ani armados con dardos y látigos. Eran más de quinientos y eran dirigidos por un único grifo que no tenía jinete. Era conocido como el Corcel, los grifos eran híbridos entre águilas y leones, eran fieles a los elfos, aún así este grifo estableció su hermandad con el país entero Ani.

          Otra parte del ejército montaban criaturas mágicas voladoras como el Caballo mariposa con unas hermosas y largas alas de todos los colores, que no eran muy rápidos pero sus alas podían sacudir todo el terreno ya que eran fuertes, También estaba el colibrí que era la segunda ave más rápida después de la luz alada, podía volar muy cerca de la superficie permitiendo a los Ani usar sus látigos contra los enemigos terrestres. Las tropas aéreas también tenían animales diversos, pero pocos, como; pegasos que eran caballos alados blancos como la luna, abejas gigantes, inteligentes y fieles.

          Cagua había ordenado a los Ani que empezaran a hacer lanzas y cuchillos para poder atacar como no lo habían hecho antes. Los látigos y los darnos no serían suficientes para la batalla. Cada Ani llevaba consigo dos lanzas medianas con puntas hechas de roca y cuchillos hechos del mismo material.

          Una de las armas secretas de los Ani era el más extraño de los dragones, el que volaba sin alas que se movía en zigzag por el aire como una serpiente, su cuerpo estaba hecho de un componente que lo hacía evadir la gravedad. El dragón danzaba en el aire a voluntad, tenía cuatro patas fuertes con garras filosas como las de un felino separadas por su largo cuerpo que estaba conformado por pelos, plumas y escamas por igual. Que se distribuían por todo su cuerpo, sus ojos eran grandes arqueados con unas grandes cejas, tenía orejas puntiagudas y pequeñas en proporción con su cara, su cola era alargada y casi del mismo grosor que su cuerpo, su nariz era la de un perro y a los lados de su trompa le salían bigotes alargados como los de un anciano, sus dientes eran más fuertes y largos que los de un león. Con unos cuernos pequeños de ciervo. Este tipo de dragón no lanzaba fuego sino que se valía de su velocidad, sus colmillos y de su largo cuerpo para hacer frente a sus enemigos.

          Este dragón, era el segundo dragón que veían los Ani, en su país, después de haber visto a su madre Misa convertida en dragón.

          El pequeño dragón era de color azul mar, había aparecido extrañamente de la nada. Los sabios se extrañaron ya que los dragones solo habitaban el continente Aliento. Se impresionaron mucho más cuando el pequeño dragón estableció una hermandad con un niño Ani que apenas tenía un año, el niño de nombre Zana llamó al dragón Río, era un dragón joven y no tan fuerte como su versión adulta, a penas y medía dos metros de largo. Aunque aún así el sabio Cagua decidió enviarlo a la batalla, montado por el pequeño e inexperto niño Ani llamado Zana.        

Herederos de Alhel: Ciencia y magia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora