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O45. DECLARACIÓN DE GUERRA.
☣, sangre.
El líder del país de hierro era fuerte y sabía técnicas muy buenas cómo samurái que era.
Kakashi frunció el ceño mientras veía al hombre esquivar el corte que estaba por hacerle. Realmente la espada era el punto fuerte del otro hombre. a Kakashi mismo le dolía el hombro fuertemente.
gruñó, mientras lo veía de reojo, y el hombre en cuestión, alzaba su espada, tomando distancia. Parecía ya comenzar a cansarse. o estaba más pálido. Había algo. Frunció el ceño. -¿Qué... que me hiciste? -susurró-, empiezo a sentirme más pesado.
Kakashi sonrió-. veneno. todas mis armas tienen veneno. Cortesía de las enseñanzas de Orochimaru. -se río más para sí mismo.
-¿Crees que el veneno me detendrá?
-¿No? yo lo haré. -Kakashi sonriendo cómo maníaco debajo de la máscara-, no me importa dejar a un país sin líder. ¿Crees que me importó pelear contra Konoha? ¡da igual! -empuñó su espada, mientras regresaba a su serie de rápidos ataques. el hombre distraído, esquivaba ahora solamente-, ¡No me importa! -alzó listo para golpearlo, siendo nuevamente esquivado por Mifune alejándose y respirando con más dificultad-, sigues huyendo...
-¿Huyendo? -el hombre ahora se lanzó con su espada, y Kakashi comenzó a esquivar siguiendo sus instintos-, no estoy huyendo. esta toma de venganza me parece...
-No estoy tomando venganza -le respondió, cortando la mejilla del hombre-, estoy haciendo mucho más. es una declaración de guerra contra todas las naciones.
suspiró-, ¿cómo puedes vivir así? ¡creyendo que lo que haces está bien! ¿No te sientes culpable? -El hombre jadeó cuando la espada de Kakashi se enterró en su ojo, profundamente. los ojos del menor habían tomado un nuevo brillo tan atrayente pero tenebroso. Dejó escapar una risa burlona entre dientes.
con urgencia, se hizo para atrás sacándose del agarre, corriendo lejos nuevamente.
Kakashi se río. su risa maníaca con los ojos desiguales uno peor que el otro. las cortadas que tenía eran serías pero no lo suficiente para preocuparse tanto, aunque sí para tener sangre-, ¿culpable? -repitió. su voz sonaba burlona y rota-, ¿tú te sentiste culpable cuándo desterraste a mi clan?
Mifune presionó su espada. por supuesto que sentía culpa por ello, decir que vendió al clan Hatake políticamente era verdad. puede que el país de hierro esté muy por encima de ninjas y/o aldeas, pero de todos modos, cuando Konoha vino en el comienzo de la segunda gran guerra ninja, el país de hierro tampoco participaba pero económicamente claramente estaba afectado. por lo tanto, vender al clan samurái que más potencial tenía, fue una solución bastante extravagante, sumado el enamoramiento que tuvo Sakumo... digamos que todo funcionó a la perfección.
