04

1.6K 100 25
                                    

—Billy...

Todos en aquella habitación se miraron sorprendidos. El mencionado trago saliva un tanto nervioso, mientras que Tom la miraba de forma cautelosa. La primera en romper la tensión que se estaba formando fue Amara.

—¿Lo conoces?—pregunto con cuidado, lo último que quería era que se asustara—¿Qué se te vino a la mente, Adara?

La azabache se pasó las manos por el rostro, secando sus lágrimas. ¿Que si lo conocía? Lo necesario, lo que tenía que conocer. Él era el hermano de Tom, eso era todo lo que sabía de aquel muchacho. Entonces, ¿Por qué se sentía como si lo conociera de toda la vida? No podía buscar una razón lógica para justificar el porque apenas vio al chico se le vino ese "recuerdo" a la mente.

Lo miro otra vez, escaneando su rostro, él la miraba de una manera diferente. Por segunda vez en la noche sintió que esto ya le había pasado antes.

Cada persona que aparecía en esa casa la hacía sentir que los conocía de algún lado. El chico que mandó Tom, la embarazada, el que tenía justo al frente, hasta el mismísimo Thomas. Cada uno de ellos la miraba diferente, ella sentía que conocía de algún lado a cada uno de ellos.

—Adara, ¿Que ocurre?—insistió de nuevo Amara, mirando de reojo a Bill.

La pelinegra parpadeo un par de veces, separando sus ojos de aquel chico para mirar a su hermana.

—Yo...—miro a cada uno—no se lo que me pasa. Es como si esto ya lo hubiera vivido—hablo con sinceridad por primera vez en esa noche. No iba a negar que se sentía extraña. Amara le dió una mirada preocupada a Tom, quien se la devolvió con un asentimiento—¿Que clase de déjà vu ésto?

—¿Que recordaste?—cuestiono Tom, mientras tomaba asiendo a su lado.

Amara lo miro alarmada.

—¡Thomas!

Él la miro frunciendo el ceño.

—Necesito saberlo, Amara.

La castaña suspiro irritada, no se suponía que las cosas fueran así de rápido. Adara tenía que tomarse su tiempo.

La pelinegra los miro confundida.

—¿Tiene algo que decirme?—pregunto extrañada por su comportamiento.

Tom negó y tomo sus manos. Adara las miro confundida.

—Solo quiero saber que vistes.

Trago saliva nerviosa. ¿Por qué todos estaban tan empeñados en saber?

Soltó sus manos con brusquedad, haciendo que Tom la mirase confundido. Carraspeó intentando regular sus latidos.

—Quiero irme a casa—se puso de pie, ignorando a Tom y tomando la mano de su hermana—.Vamonos, Amara.—La chica se soltó de su agarre, haciendo que la pelinegra la mirara confundida—vamonos, Amara.

—¿Cuál es la prisa?—pregunto en un intento de quedarse un poco más de tiempo.

—No quiero estar aquí.—la chica se acercó a su hermana, con la intención de que solo ella la escuchara—Esta gente es peligrosa.

La joven le sonrió a su hermana, intentando calmarla.

—Tranquila, estás muy estresada.

La chica miró unos segundos a los hombres, quienes miraban curiosos el intercambio de palabras.

—No me siento cómoda aquí, vámonos.

Amara suspiro, asintiendo con la cabeza. Lo último que quería era incomodar a su hermana.

In Middle Of The Night; Tom Kaulitz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora