"A veces hay que pasar por la tormenta para llegar al paraíso"
[…]
Amara negó con la cabeza con media sonrisa, aún viendo por dónde se había ido aquel extraño chico. No iba a negar que le intereso su forma de actuar, y no es que le haga gustado o algo por el estilo, estaba felizmente en una relación de muchos años con la persona que siempre había querido, y por nada del mundo lo dejaría. Aquel chico tenía algo extraño pero a la vez gracioso en su forma de actuar o expresarse. A lenguas se podía ver que que no tomaba nada encerio, pero, hubo algo que la había dejado pensando, y es que... ¿Que había pasado entre él y Tom para que saliera huyendo despavorido al escuchar su nombre? No se veía que fuera un mal tipo. Si, tenía aspecto de malandro, pero, apenas estableces una conversación con él te das cuenta que es todo lo contrario a su aspecto.
Suspiro tomando nuevamente el teléfono, no queriendo pensar en aquel tipo. Lo que sea que hubiese pasado entre ellos, preferiría no meterse. Buscó el contacto de Tom, y no fue difícil, ya que ese era uno de los primeros. Cuando iba a dar al boton 'llamar' un gemido adolorido la desconcentro de su tarea, girándose rápidamente a donde se encontraba su hermana. Puso el teléfono a un lado, olvidándose de inmediato lo que iba a hacer segundos atrás. Se acercó rápidamente a dónde se encontraba su hermana, quien intentaba ponerse de pie. Parecía asustada.
—Adara, ey...—intentó arrecostarla, pero la pelinegra no se lo permitía.
—Por favor, suéltame...
Amara tragó saliva al ver su estado, alejándose un poco. No tardó mucho en darse cuenta que Adara se encontraba desorientada, sin saber en dónde se encontraba. Decidió acercarse nuevamente a ella, pero está vez con más calma.
—Soy yo. Amara, tu hermana. Está bien—dijo con calma. Y al ver a su hermana de tal forma la hizo sentir como si un balde de agua fría le cayera encima. Estaba segura de que esto había sido su karma por haber golpeado aquella noche a esa chica.
Adara abrió los ojos rápidamente al escuchar su voz, viendo que efectivamente era su hermana y no una mala jugada que le estaba haciendo su mente. Se dejó caer con más tranquilidad al sofá, sintiendo dolor por todo su cuerpo, pero más en sus costillas. Cerró sus ojos al sentir un pinchazo de dolor atravesarle está parte, soltando un aullido adolorido, haciendo a Amara alarmarse.
—¿Qué? ¿Que pasa?
—¿Cómo llegue aquí?—preguntó, ignorando la pregunta anterior.
—Un chico te trajo. ¿Lo recuerdas?—preguntó temerosa a la respuesta. ¿Que tal si ese tal Jay le había mentido todo el tiempo?—Lo recuerdas, ¿cierto?
Adara apartó la mirada, buscando en su mente al chico del que le hablaba su hermana, y no tardó mucho en acordarse del él. Fue como un ángel caído del cielo, solo que creyó que fue su mente quien había inventado al chico para no pasar por todo eso, y le alegraba saber que no fue así.
Asintió, haciendo una mueca de dolor.
—Si... Lo recuerdo.
Amara suspiro con alivió. Se acercó a ella, agarrando sus manos y dándole un leve apretón.
—¿Que ocurrió, Adara?—preguntó, viendo más detalladamente los golpes que adornaban su rostro.—¿Quien te hizo esto?
La chica cerró sus ojos, mirando hacia otro lado cuando los recuerdos invadieron su mente. En seguida unas cuantas lágrimas comenzaron a salir, para después soltar un pequeño sollozo que fue ahogando por sus manos. Amara tragó saliva, para después agarrar su mano, transmitiendole de alguna forma que no estaba sola, que ella siempre iba a estar a su lado.
ESTÁS LEYENDO
In Middle Of The Night; Tom Kaulitz ©
FanfictionDónde Adara Davis tendrá que buscar pieza por pieza para reconstruir su vida. Dónde Thomas kaulitz es uno de los causantes de que las haiga perdido.