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⚠️Advertencia antes de leer⚠️

Este capítulo tendrá lenguaje y escenario inapropiado, así que si no es de tu gusto leer este tipo de cosas, estás en todo tu derecho de saltar al siguiente capítulo.

Sin más que decir...
disfruten su lectura.

[…]

Solté un suspiro ante el ambiente tenso que se había creado el el lugar. Sentía esa tensión presionando mi cuerpo. Mire hacia la derecha, dónde se encontraba Tom a mi lado, quien estaba muy ocupado viendo a Jay con odio, hasta me atrevería a decir que con algo de resentimiento. Mire a Jay. Él estaba ignorando completamente la mirada de muerte de Tom, mientras daba pequeños sorbos a su café, pero de igual forma se veía nervioso. Mis ojos se fueron hacia Amara, quien veía el suelo con incomodidad, pareciendo estar metida en sus pensamientos. Resople con cansancio, viendo de nuevo a Jay, mientras me ponía de pie.

—Jay, es mejor que te vayas.—dije en un pequeño susurro, haciendo que Tom al fin me mirará, pero está vez frunciendo el entrecejo. Jay de inmediato se levantó, dejando la taza a un lado.

—Como órdenes, linda—dijo con torpeza. Tom gruñó, intentando acercarse a él, pero yo fui más rápida al interponerme en su camino.

—No le digas linda.

Tragué saliva ante su dominante orden. Mire por encima de mi hombro a Jay, quien estaba encogido en su sitio.

—Jay, largó.

Él hizo un saludo militar, para después irse apresuradamente del departamento. Mire nuevamente a Tom, mordiendome el labio intentando no sonreír ante su enojada expresión, pero se me era difícil. Llevé mi mano a la suya, que estaba hecha puño, acariciandola. Tom inmediatamente bajó la mirada al sentir mi toque, aún con las cejas fruncidas. Le di una sonrisa de boca cerrada, acercándome un paso a su anatomía.

—Ehh... Bueno, está es mi señal para retirarme—mire a Amara al escuchar su voz, habiéndo olvidado por completo su presencia. Ella me miraba con una sonrisa divertida, mientras me guiñaba un ojo. Sonreí, viendo como se alejaba.

Mire de nuevo a Tom, quien aún me veía, pero está vez ya no estaba frunciendo sus cejas, ahora su mirada se había suavizado por completo, así como su cuerpo dejó de estar tenso. Sonreí, llevando una mano a su mejilla, haciéndolo soltar un suspiro. Me sentía totalmente diferente cuando estaba con él, y eso me gustaba. Di otro paso hacia él, haciendo que inconscientemente tragara saliva. Pase un dedo por sus labios, haciendo que los abriera levemente. Conecté mis ojos con los suyos, sintiendo una nueva tensión crecer entre nosotros. Tom abrió completamente sus labios, envolviendolos sobre mi pulgar, haciendo que los latidos de mi corazón se dispararan. Me puse de puntillas, rozando sus labios con los míos. Él los relamió, poniendo un mechón de cabello trás mi oreja.

Tom kaulitz

La miré fijamente y entrecerré los ojos, viendo como jugaba conmigo, haciéndome sonrei levemente.

—¿Qué estás haciendo?—Gruñí la pregunta, comenzando a sentir su cercanía de una manera más...Íntima.

—Nada—respondió con fingida inocencia, dando un paso más hacia mí. Su mano rozó la mía donde descansaba sobre su puño y envió escalofríos por mi columna. Ella todavía me sonreía, desafiándome de alguna manera. No podía negar que me emocionaba verla actuar de esa manera, dando rienda suelta a su deseo.

Apreté los puños a los costados, luchando por mantener el control sobre la furiosa lujuria que me consumía. Ella siempre había sido capaz de presionar mis botones de esta manera; era una de las muchas cosas que amaba de ella.

In Middle Of The Night; Tom Kaulitz ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora