Narrador omnisciente.
En algún lugar de Alemania.
10:30 P.M
El hombre de cabellos negros dió un pequeño suspiro, acomodándose la corbata, antes de dar unos golpes a la puerta, avisándole a la persona del otro lado de la puerta su presencia. No pasó mucho tiempo después cuando escucho su voz del otro lado de la habitación, haciendo que abriera la puerta, encontrándose con aquellos ojos color marrón viendolo de una manera fría, sombría, de esas miradas vacias y sin sentimientos que hacía temblar a cualquiera. Ella enargo una ceja, entrelazando sus propios dedos, apoyando su barbilla ahí.
—¿Que tienes para mí, Damián?—preguntó de una manera desinteresada, relamiendo sus labios. Miró las hojas en el escritorio, sin prestarle mucha atención a su acompañante. Él trago saliva, acercándose a ella y poniéndole una carpeta en su escritorio, haciendo que ella lo mirará. Los señaló.—¿Que es esto?
—Lo que me pedistes. En esa carpeta está todo lo relacionado con aquel chico que interrumpió el trabajito de James—dijo, haciendo a la chica sonreír. Ella tomó la carpeta entre sus manos, abriéndola y viendo su contenido. En el habían fotos, datos y muchas cosas de el chico. Era un hombre castaño, casi rubio, tenía varios tatuajes y una pequeña cicatriz en la ceja, haciéndolo ver más rudo.
—Jayson Forbes—leyó en voz alta, poniéndose de pie. Levantó la mirada, sonriendo hacia el pelinegro. Bajó la mirada hacia los papeles de nuevo, pasando la hoja—Veintitres años, soltero, sin familia y metido en una banda criminal desde los once. Es jefe de la misma desde los quince. Su banda es pequeña, pero letal—detuvo su lectura, viendo con diversión al chico frente a ella—Mmh, se ve interesante.
Él entrecerro los ojos, cruzandose de brazos.
—Crei que solo tenías ojos para ese criminal—dijo con desdén, rodando los ojos con irritación. Ella dejo de sonreír, acercándose a él.
—No hables de él en ese tono, no es mi culpa que sea mejor que muchos, digo... Que todos. ¿Entiendes?—dijo enojada, cruzandose de brazos. Él no contestó, solo miro a otro lado apretando la mandíbula. Ella lo agarro con fuerza, haciéndolo voltear para que la mirara—Pregunté, ¿que si entendiste?—El hombre asintió a regañadientes, haciéndola sonreír. Se alejó de él, abriendo de nuevo la carpeta, detallando.—¿Que tiene que ver este chico con Adara? Porque en mi vida había visto esa cara bonita.
Dijo con total seriedad, recargandose en el escritorio. Damián sonrió, negando.
—Eso es lo más curioso. Ellos no se conocían antes, solo que ella tuvo la suerte de que él estuviera por ahí—se puso de pie, acercándose a la chica—Pero, ¿sabés que es lo más gracioso, diablita?
Ella entrecerró los ojos, interesada en lo que podría decir.
—¿Qué?
El ojiazul sonrió antes de hablar.
—Que ese chico fue el que le disparó a tu noviecito. ¿Te acuerdas?
Ella lo miro, con los labios entreabiertos. Sonrió, viendo de nuevo la foto de aquel muchacho. Miró a Damián de nuevo.
—Asi que fue él—se río, caminando hacia el pelinegro, quien la veía con diversión.—No lo puedo creer.
Damián relamió sus labios, viéndola.
—¿Que quieres que haga con él? El chico ha estado muy interesado en ella, ví que la visitó está mañana.
—No quiero que le toques un pelo, al menos no por ahora. Quiero que Adara se encariñe con él, que lo llegue a querer... Y cuando esté lo suficientemente acostumbrada a su compañía, lo mataré—dijo, en un tono de voz severo, inclusive de resentimiento. Damián trago saliva, asintiendo.
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In Middle Of The Night; Tom Kaulitz ©
FanfictionDónde Adara Davis tendrá que buscar pieza por pieza para reconstruir su vida. Dónde Thomas kaulitz es uno de los causantes de que las haiga perdido.