—Y listo—dijo Amara al terminar de limpiar las heridas de mi labio y ceja, comenzando a guardar todo lo untilizado en la caja de primeros auxilios. Le di una pequeña sonrisa. Ya me había acostumbrado un poco al la sensación del frío y el dolor que este causaba, pero no dejaba de ser incómodo.—¿Tienes hambre?
La mire con diversión.
—Son las 2:00 A.M.
—¿Y eso qué?—me miró de la misma manera. Reí un poco ante su cara, pero deje de hacerlo de inmediato al sentir dolor. Hice una mueca—.No te rías, imbécil.
Negué con la cabeza, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no hacerlo, al final termine pensando en la monja para reírme. Genial, no me retire, pero trataba segura de que tampoco iba a poder dormir.
—Quiero cereal—dije al fin, sin poder sacarme de la mente el horrible rostro aquel defesio. Amara sonrió triunfante, levantándose.
—Ahora vuel...—un teléfono comenzó a vibrar por todo el lugar, haciéndonos fruncir el ceño. ¿Quien se atrevería a llamar a esta hora? Amara camino hacia el comedor, agarrando el aparato—Oh, es Tom.
Me levanté con brusquedad, bueno, o eso intenté ya que de nuevo ese dolor insoportable se hizo presente por tado mi cuerpo, haciéndome caer de nuevo en el sofá. Solté una maldición al sentir el pinchazo en mis costillas. Carajo, no había pensado mucho en eso.
—¡Adara!—me regañó Amara, caminado hacia mi.—¿Que parte de estate quieta no entiendes?
—No le contestes—ignore su regaño, así como también intenté ignorar el dolor que estaba sintiendo, pedo claro, me era imposible. Amara ladeo la cabeza, confundida.
—¿Por qué?
Cerré los ojos unos segundos, intentando acostumbrarme de nuevo al dolor. Sentía mis pulmones presionados, casi dejándome sin aire. Maldita sea la hora en la que me levanté.
—Te lo explícate después, pero no contestes.
¿Cómo iba a decirle a Amara que Tom quiere matarme? Hay muchas posibilidades de que él fuese mandado a mi atacante a hacelo, pero, por obras del más allá apareció el extraño a salvarme.
—Si no le contesto se desesperara—dijo, viendo el teléfono que seguía sonando con insistencia—.Sabes como es él. Es muy capaz de venir. Y por lo que me contaste tú fuiste la que te fuistes sin decirle a nadie. Debe de estar preocupado.
Olvide decir eso. Le había contado a Amara cómo fue que me escape de la casa de Tom, solo que omití el hecho de que escuche a sus gorilas decir que me querían muerta.
En algo tenía razón Amara y es que Tom no era del que se quedaba de brazos cruzados y seguramente al llegar y no encontrarme, o alguna de las chicas le dijo que me escape, estoy completamente segura de que enloqueció. Y es lo menos que se merece el muy maldito.
—Esta bien. Contesta, pero si preguntan por mi dile que estoy dormida o algo así.
Arrugó sus cejas aún más confundida, pero de igual forma asintió, contestando la llamada. Suspire con nerviosismo.
—Tom, hola—comenzó a hablar—¿Que? No te entiendo. ¡No, cállate tú!—arrugue las cejas al ver su pequeño gritito. Amara abrió la boca con indignación—.Gran imbécil, voy a colgarte si no te calmas—amenazó, poniendo su mano libre en su cadera. No podía imaginarme lo que sea que estuvieran hablando—¿Ves que puedes decir las cosas sin gritar?—sonrió con satisfacción, quedándose unos segundos en silencio, a lo que supuse que Tom estaba hablando—.Si ella está aquí. No, no voy a pasartela—me miró de reojo, pero casi de inmediato miró hacia otro lado, separándose el teléfono de la oreja por unos segundos. Hasta aca se podían escuchar los gritos de Tom—¿Otra vez gritando? Carajo, Tom. Adara está dormida. ¿Que? No voy a despertarla, gran cretino.—pero estos dos eran gallos de pelea o que. Hasta podía jurar que Amara lo insultaba más que yo.—Bien, como quieras. ¡Que te den!
Colgó el teléfono antes que nada, dando un suspiro exasperado.
—¿Que te dijo?
—Que iba a envenenar mi comida—dijo habiéndo una mueca, volviéndose a sentar. Rodé los ojos ante tal estupidez.
—¿Que te dijo de mí?—reformulo la pregunta. Amara me miró con curiosidad, encogiéndose de hombros.
—Estaba histérico, creyó que algo malo te había pasado y estaba en lo cierto. ¿Por qué no querías hablar con él? ¿Tienes algo que decirme?
Desvíe la mirada. No iba a decirle lo que pasó en su casa, claro está. Negué con la cabeza, intentando parecer convincente.
—No, solo no tenía ganas de hablar—le respondí con sencillez.—Tengo mucho sueño y no pienso pararme de aquí.—cambie de tema con sutileza, o al menos eso creia yo, pero la cara de Amara me hizo cambiar de opinión—.Dormiré aquí.
Amara suspiro, pero no insistió en más nada y agradecí mentalmente por eso.
—¿Segura?—preguntó indecisa. Asentí, acomodandome mejor en el sofá—.Bien, en ese caso buscaré sábanas y almohadas limpias.
∆∆∆
—¿Crees que murió mientras dormía?una extraña voz me hizo fruncir el ceño confundida, pero no abrí los ojos. Después de lo dicho se escuchó un golpe y un quejido.
—No seas imbécil, ¿cómo puedes pensar eso?—pude reconocer perfectamente la voz de mi hermana, pero no la del chico con el que hablaba, aunque se me hiciera reconocida.
—Pues son las tres de la tarde y... ¡Mira! Se movió la bella durmiente. Está viva.—escuche su voz energética, acompañado de unos aplausos entusiasmados. Abrí mis ojos al fin, viendo con curiosidad al chico. Amara se acercó a mi, chocando su hombro con el de él, haciendo que la mirase indignado.—Ey.
—¿Cómo te sientes?—me preguntó, sentandose a mi lado.—Jay te trajo medicamentos.
Volteé hacia el nombrado, quien estaba con una sonrisa.
—Amara, ¿Quien carajos es él?—pregunte confundida. No estaba entendido un carajo.
Me miró con indignación, llevando su mano a su pecho.
—¿No te acuerdas de mí?—negue—.No lo puedo creer, esto es el colmo. Heristes mis sentimientos.
Cada vez estaba más confundida, mineras que el chico frente a mi parecía querer ponerse a llorar.
—¿Debería?—pregunte incómoda por la situación. El tal Jay volvió a hacer una exclamación de indignación, mientras que Amara se acercaba a nosotros con una sonrisa.
—Ada, él fue el que te trajo. El chico que me dijistes que te salvó—me hizo saber, haciéndome sentir muy apenada. Mire al tal Jay, quien estaba de brazos cruzados, con una fingida indignación.
—Oh, por Dios. Siento tanto no recordarte, pero todo estaba oscuro y quiero que sepas que estoy muy agradecida por lo que hiciste, pero...—su carcajada me interrumpió, haciéndome cerrar la boca sorprendida.
—Tranquila, cariño—siguió riendo, mientras se sentaba a mi lado. Me examinó de pies a cabeza, para después hacer una mueca y agarrar una manzana de la mesita de centro, dándole una mordida—.Luces terrible.
Le sonreí sin una pizca de gracia.
—Oh, gracias. Era justo el comentario que quería escuchar—le respondí con ironía, sonriéndole con falsedad.
Este chico era muy extraño.
[…]
Capitulo regalo por esperarme tanto. Los amo.
Ari 💖
02/11/2023.
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In Middle Of The Night; Tom Kaulitz ©
أدب الهواةDónde Adara Davis tendrá que buscar pieza por pieza para reconstruir su vida. Dónde Thomas kaulitz es uno de los causantes de que las haiga perdido.