¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
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—Encontré extraña su petición de verme y que Selena no se enterara de nada — hablé sería al tomar asiento enfrente de él.
—Era necesario...— habla cauteloso viéndome con atención — ¿segura que no eres modelo? — pregunta con una pizca de coqueteo, que a mi gusto es irritante.
—Ya le he respondido esa pregunta — mi respuesta era bastante seria y mi rostro expresaba que si estaba aquí era por mera curiosidad.
—Creo que ya sabes como es mon amour, tan decidida y tan exigente — explica —mi asistente renunció, no soportó el ritmo de mi trabajo — hizo una mueca de disgusto — y como ves, soy un hombre ocupado, hermoso y quiero una asistente que refleje lo atractivo que puedo ser — habla serio y en mis labios se dibuja una sonrisa de burla.
Definitivamente este hombre tenía el autoestima por el cielo, y aunque no es mentira, me parece de mal gusto, al punto de parecer egocéntrico.
—¿Y yo que pinto en esto? — cruce mis brazos y empecé a sentir como mi iPhone vibraba a dentro de mi bolso.
—Pues eso, ademas eres de confianza, tienes paciencia y eres atractiva, característica que necesito en mi día a día — habla relajado y golpea una de las pelotas que cuelgan de unos lazos, así que las cuatro bolas empieza a mecerse.
—¿Por qué asume que soy todo eso?, además usted mencionó algo respecto a Selena, y por eso vine — dije sin quitar la vista de esas pequeñas pelotitas meciéndose, son relajantes.
Ríe y levanto mi vista hacia él, rodeó su escritorio y se acomodó el saco de su traje celeste pulcro — Pues no pensé que vendrías por ello, aunque el que tiene curiosidad soy yo, ¿cómo lograste estar con ella?, ella siempre ha sido tan renuente con todo el mundo, incluso cuando se casó no invitó a nadie — habla más que para mí, para él.
Siento una punzada molesta en mi vientre y frunzo el ceño, solo el hecho de pensar que otras mujeres la han tenido en sus brazos, me produce una molestia enorme.
Me removí incomoda, ¿que se supone que le voy a decir?, ¿que pasa por su cabeza?
—Pues vaya mierda, me ha tomado el pelo — me levanté de la silla.
—Sobre el trabajo si es una propuesta seria, me agradas y según me ha dicho Taylor no estás yendo a la universidad, así que puedes cumplir con el horario sin problema, te pagaré más del salario mínimo, y hay buenas prestaciones — se encogió de hombros — puedo explicarte más, si estás interesada — me mira expectante.
Me muerdo el labio inferior —¿Es de lunes a viernes?, ¿que se supone que debo hacer? — pregunto aún parada delante de la silla.
Sonríe satisfecho y voltea así el escritorio entregándome un folder azul — Ahí está el contrato que tienes que firmar como mi secretaria, ya sabes llevar mi agenda, guardar documentos, atender mis llamadas y obvio, traer mi café todas las mañanas, me gusta que mi oficina huela a pinos así que siempre tiene que haber ambientador — empieza a hablar sin parar.
