¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se removió de la cama, la podía sentir, últimamente tenía el sueño ligero.
Sus brazos envolvieron mi cintura acomodándose para estar frente a frente, ya que yo dormía de lado. Incline mi rostro para estar debajo de su barbilla y sobre sus pechos.
En otro momento hubiésemos estado desnudas, pero ahora, ella estaba usando su pijama y yo la mía.
Esto era el mayor contacto físico que habíamos tenido después de tantos días y yo ya me estaba poniendo ansiosa. Era una mezcla de emociones, por una parte mi atracción y otra que, me dijera que había obtenido suficiente y quisiera todo de regreso, aunque a este punto era absurdo, quizás era yo misma disfrazando mi preocupación.
Sus piernas se enredaron con las mías.
—¿No te molesta estar así? — pregunta con voz ronca.
—No, quiero seguir durmiendo así — digo relajándome en sus brazos.
Suspira — Yo también.
Me gustaba el olor de su piel, su calor y sus manos.
Quizás al final de cuentas tenía que asumir esto, tenía que asumir que me gustaba.
Relami mis labios nerviosa y abrí mis ojos, verla así con sus ojos cerrados e indefensa ocasionó un remolino de sentimientos, no lo pensé y uní mis labios con los suyos en un casto beso.
Fue corto y sorprendentemente me sentía bien en haberlo hecho.
Se removió de la cama y relamió su labio inferior — ¿Estás cómoda con eso? — pregunta de pronto.
Fruncí el ceño — ¿Con que? — pregunté.
—Ya sabes...no tienes que hacerlo si no quieres — rompí el abrazo y ella abre los ojos.
—Hago lo que quiero, no hago nada porque deba — digo dándole la espalda y cerrando mis ojos.
Frustrada suspira — Estaba cómoda en aquella posición — me reclama.
Sonreí — Bueno, pero ahora yo estoy bien así — digo desinteresada.
Se pega a mi espalda y besó mi hombro — ¿Está bien para ti? — me mordí el labio y asentí sin responder — bien — besa de nuevo mi hombro y me abraza.
Ninguna de las dos dijimos más, y ambas nos quedamos dormidas de nuevo, ayer habíamos visto las últimas dos temporadas de "the 100", y nos habíamos ido a la madrugada a la cama, la serie tuvo sus altos y bajos, pero en general es buena, ambas pensamos lo mismo, aunque estábamos muy cansadas para comentarla.
No sabía qué horas eran, y a mi pesar su iPhone vibrando me había despertado.
—¿Qué? — respondió dándose la vuelta y con voz adormilada.
Abrí mis ojos con molestia y ella esta viendo su iPhone con el ceño fruncido — Yo paso, la verdad, anoche me quedé viendo una serie y de verdad tengo sueño.