¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
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Todo habia marchado bien, todo estaba muy bien.
—Olivia — la mencioné entre dientes acercándome a ella y señalando steward — cambia con Martínez.
Aquello la tomo de sorpresa y sentí algunas miradas, incluso mi subchef intentó tocar mi hombro y yo me solté casi de inmediato.
—Chef, yo...¿por qué? — me cuestiona con voz quebrada y molesta.
—¿Por qué?, ¿quieres que te lo diga delante de todos? — le pregunté limpiando mis manos en el mandil.
—Yo estoy bien aquí, yo no qui...— miré molesta a Martínez, el cual atinó a callarse y bajar la mirada.
—¡No estoy de acuerdo, me he esforzado mucho para que me tome en cuenta, y solo me ha dejado a cargo de las guarniciones o sopas, y yo estoy capacitada para ser sub chef! — me alza la voz y siento la mirada de todos ahora en medio de la mesa de metal.
Caminé hacia su estación y tomé una parte de los recipientes de metal —¡Están vacíos! — hablé en voz alta — ¿cómo voy a confiarte un puesto tan importante cuando no puedes mantener lleno aquí?, ¡tienes una maldita mandolina con los centímetros exactos que pido y aún así lo haces como se te da la gana! — le alce la voz — soy yo la que mando en esta cocina — empiezo a caminar hacia Martínez y le quito el sartén de las manos — ¿a donde te dije que era tu lugar? — le interrogo molesta.
—En las guarniciones chef — habla apenado con un pésimo inglés.
—Corta las zanahorias en bastones, y luego parte a la mitad las judías, en la mandolina está los centímetros exactos que quiero de las papas y de los zucchini— le ordeno y asiente.
—Si, Chef.
—Yo..— intenta hablar Olivia pero la interrumpo.
—Si no vas a hacer lo que te digo, agarra tus cosas y tomate el resto de la semana libre — le digo dándole la espalda y viendo a los demás — den lo mejor de ustedes el resto de la noche — les digo quitándome el mandil y saliendo de la cocina rápidamente.
—Parece que tienes problemas — me dice Lèa divertida y me entrega un vaso de agua.
Hago una mueca y asiento— Me he controlado — le digo aún sintiendo molestia.
—Lo sé, de hecho estoy sorprendida — lleva sus manos a mis hombros intentando masajearlo —¿no te termina de convencer? — me pregunta y yo suspiro.
—No es que me caiga mal, pero no hace lo que le ordeno, la observé por varios días y le dije un par de veces que usara los utensilios, soy medidas exactas para que la cocción sea cómo quiero.
Suspira—Lo sé, también la he observado, entiendo todo — habla suave — voy a seguir con mi trabajo — me quita las manos de encima y me da una palmada cariñosa en la espalda — pórtate bien y no despidas a nadie esta noche, estamos llenos así que necesitamos que todos estén aquí — besa mi mejilla y se va.
