Amor Ilícito •|Selena Gomez|•

🌷• Capitulo 40• 🌷

—¿Por qué no posponen la cena de navidad? — pregunté aún con la bata de baño.

Nicolás se restregaba entre mis piernas y suspiré agachándome para acariciarlo.

—Si no quieres ir, puedes quedarte — habla seria pasando a mi lado.

Mierda, no se trataba de eso.

—No se trata de eso ángel, es solo...— me mira molesta — bien, lo siento — digo dándome por vencida.

—Hay cosas que no vas a entender, así que ya es suficiente— la miro y su rostro no refleja nada más que seriedad.

Subí un poco a Nicolás para darle un beso, lo acaricié un poco más y lo bajé, de inmediato se metió en medio de las piernas de Selena.

—Tienes razón, pero tampoco tienes que hablarme así — fruncí el ceño.

—Entonces no hagas comentarios estúpidos — habla molesta y camina hacia el closet.

Toco con mi lengua el lado derecho de mi boca, mierda no quiero discutir pero...

—¿Me estás diciendo estupida? — pregunté caminando detrás de ella — ¡Oye! — la tomo del brazo — te estoy hablando — digo molesta.

—¡No me toques! — se suelta de mi agarre viéndome con el ceño fruncido — tampoco me hables así — se da la vuelta y camina hacia a mi.

—Entonces tu tampoco me hables asi— el enfado comienza a recorrer mi cuerpo.

—No me digas que hacer — habla entre dientes.

Sonreí —¡Pues no me hables como si yo fuera una estúpida, porque no lo soy! — la señalo molesta.

—Roseanne — me llama.

—¡Roseanne, nada!, Siempre he tratado de guardar la calma, pero no voy a permitir que me mangonees — salgo del closet molesta.

Mierda, quizás me pasé pero ya es suficiente para mi. Me senté en el borde de la cama con los brazos cruzados.

—Rosie — me llama después de unos minutos, la veo de reojo y le doy la espalda — Rosie — vuelve a llamarme.

Se acerca a mi, puedo escuchar sus tacones acercándose.

—Cariño — habla bajo y suspiro.

—¿Qué?, ¿vas a seguir gritándome? — levante la ceja viéndola molesta.

Suspira — No, no haré eso — acaricia el puente de su nariz— solo cámbiate y vámonos — su voz sigue siendo suave.

Negué — No, no me gusta cuando me gritas — digo dándole de nuevo la espalda.

Escucho como suelta un suspiro —Dulzura, se hace tarde — hay presión en su voz.

—Pues no me importa, aún estoy molesta — digo segura.