¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
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La situación está cambiando entre nosotras, lo sé. Incluso yo no puedo evitarlo, y conforme pase el tiempo, es aún más intenso, se vuelve difícil de ignorar.
Me gusta y la deseo, es innegable los sentimientos y las reacciones de mi cuerpo hacia ella. Pero el miedo está aquí también, el miedo de perder lo que no tengo.
Y apenas han pasado cinco meses.
—Lamento haberte hecho manejar hasta aquí — suspiré sintiéndome culpable y dándole una sonrisa lamentable.
—Somos amigos, ¿no? —mira sonriendo hacia la puerta de la casa y apaga el auto.
Está muy tranquilo para mi gusto, su auto está en frente de la hermosa casa de Selena y no ha mencionado nada al respecto, extraño.
—Aquí vives con tu amiga, ¿cierto? — asentí en respuesta y él asiente — desde hace ya cinco meses, ¿no? — vuelvo a asentir y él hace lo mismo.
Asiente de nuevo y me voltea a ver, me toma de los brazos y suspira.
—¡Dios!, ¡¿cuando pensabas en decirlo?!, ¡mierda!, hasta yo... hasta yo me vuelvo lesbiana si me dicen que voy a vivir en esta casa — dice emocionado.
Fruncí el ceño — Espera, espera — digo tratando de quitármelo de encima.
Ya era tarde, mi auto se había quedado varado después que intenté encenderlo.
Las luces de un auto nos hicieron girar, ¡Dios!, a mala hora había llegado.
Un Audi deportivo gris había entrado en la casa, y por alguna razón estaba nerviosa, ya que nadie la visitaba a excepción de Taylor, y una parte de mi duda mucho que ese sea el auto de la rubia.
Se parqueo de reversa y de frente a nosotros.
— Hay que salir — digo separándome de él para quitarme el cinturón y él imitó mi acción.
No la había visto en todo el día, y ver su cabello al abrir la puerta, me hizo sonreír por inercia.
Al salir nos observó a ambos, pensé que nos saludaría o se acercaría pero no fue así, solo sacó su bolso y bloqueó su auto para irse.
—Creo que está enojada — dice a mis espaldas mi amigo.
Yo giro para verlo — ¿Por qué debería de estarlo? — fruncí el ceño.
Se encoge de hombros y me toma de la cintura — Quizás porque puede pensar que somos pareja, aunque me ofende muchísimo que crea que soy heterosexual — dice juguetón.
Negué y golpeé su pecho — Eres un idiota — sonreí.
—Bueno, será mejor que me vaya, luego quiero más detalles de esto — exige y besa mi mejilla — nos vemos chiquilla.
Es más alto que yo, así que solo pude asentir — Déjame arreglar tu cabello — asiente y baja su cabeza, arregle su cabello castaño claro — bien, texteamos, vete ya.
