¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
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✨SELENA✨
—¿Como sigues? — pregunto sentándome en el sofá delante de la cama.
—Mi niña...estoy mejor — habla.
—Más te vale, porque no iba a disculparte...— guardo silencio y dejo escapar el aire que retenía en mi pecho.
Sonríe y estira sus brazos — Ven aquí, ¿te acuerdas cuando venías y te metías en mi cama? — pregunta y yo niego obedeciendo.
—Lo recuerdo — digo abrazándola y costándome encima de ella, tratando de no aplastarla.
—Que grande estas y hermosa, cada vez estás más bonita, ya me contaron — dice apretándome y moviéndome.
—¿Qué? — pregunto pegando mi cabeza en su hombro.
—Tu tío me dijo que llevaste a una chica, una muy bonita — levanta las cejas repetidas veces y yo bufo.
—¿Cual de todas? — pregunto restándole importancia y mintiendo.
Ríe y niega—Ni siquiera a Ashley la metías en nuestros problemas, eso quiere decir...— levanto mi rostro y la miro seria — esta bien, esta bien, no digo mas — asegura.
—Es mejor Debbie, ya mejor me voy — digo intentando levantarme pero me aprieta y se aferra a mi para que no me levante.
—¿Por qué no regresas a casa?, te echo de menos, tu habitación esta intacta — me mira esperanzada.
—Abuela — la llamo en tono desaprobatorio— sabes que mi madre no me soporta, y su marido menos. Además no me sentiría cómoda teniendo a tu marido pendiente de todo, ya es suficiente saber que algunas veces me vigilan — ruedo los ojos.
—Lo entiendo...pero a veces extraño a mi niña — besa mi frente y cierro mis ojos.
—Me asuste Debbie — Digo acomodándome boca arriba y viendo el techo blanco.
—Lo siento, no quise preocuparte — busca mi mano y la enlaza conmigo — pero sabes que siempre voy a estar contigo, aunque no me puedas ver.
Suspiré, siempre me decía lo mismo.
—Ya se me hacía extraño que no dijeras alguna cursilería — hablo con fastidio y puedo sentir su sonrisa.
—Selena...— me llama y yo hago un sonido para responder — perdona a David, a tu mamá, a mi, a todos — aprieta más mi mano — a mi por no haberte protegido de ellos, y a David por sobreexigirte más que a nadie y decirte siempre palabras hirientes — su voz se quiebra y yo suspiro — y a tu madre por no saber serlo.
—No necesito que los excuses ni te disculpes por ellos — miro las dos fotos familiar que tiene en la mesita de noche.
—Yo estoy orgullosa de quien eres, siempre lo estuve.— cerré mis ojos y los apreté, ni siquiera sabía porque esas palabras me habían calado tanto.
