🌷• Capitulo 39• 🌷

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Habíamos llegado el diecinueve de diciembre por la tarde a Grecia, Santorini

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Habíamos llegado el diecinueve de diciembre por la tarde a Grecia, Santorini. Ni en mis sueños había pensado viajar y menos viajar con la mujer que amaría más que a mi misma, la mujer que ya vive en mi piel.

—¿Te gusta? — la escuché preguntar y me abraza por detrás.

—Todo es perfecto — nos damos un beso y suspiro.

—Iremos al hotel y luego a cenar, para celebrar tu cumpleaños número.....— me suelta y finge pensarlo.

—¡Ay no juegues bonita! — la jalo del escote y la doy un casto beso.

—Veintiuno, ¿no? — pregunta y llevo mis manos a su nuca.

Asiento y juego con su cabello, el viento golpea nuestros cuerpos y empieza a esconderse el sol, la vista es hermosa, y el mar es tan celeste que parece una pintura.

—Te quiero — susurro al separar nuestros labios.

Me abraza y suspira aún sin romper el abrazo, acaricia mi espalda tan delicada y suavemente que me hace relajarme en sus brazos.

—Vamos cariño, debemos cambiarnos para tu cena de pre-cumpleaños — habla suave.

Me toma de la mano y nos dirigimos hacia el interior del hotel, sabía que, ella no iba a limitarse y que está acostumbrada a tener lo mejor de lo mejor, pero lo que ella no sabía, es que yo disfrutaba más nuestras tardes acurrucadas en la cama después de haber hecho el amor, viendo una serie y con nuestro pequeño Nico en medio de las dos, eso para mi, era más importante que los lujos y la extravagancia.

—¿Estás bien?— La escuché susurrarme y asentí para verla con una sonrisa — te encantará el hotel, es una belleza — me asegura con esa hermosa sonrisa tan única.

Había descubierto que ahora, ella me entregaba una sonrisa única, una que no usaba con nadie más, incluso al verla visto riéndose con otras personas.

Al llegar nos dimos una ducha rápida, primero yo y después ella, porque yo era consciente que no me resistiría en intentar tocarla y también sabía que Selena tampoco se resistiría en empezar.

Me decidí por un vestido, me gustaba y también le gustaban a Selena, uno ceñido a mi cuerpo y escote de hombros caídos, largo hasta abajo de las rodillas, ya que no me gusta mostrar mucho las piernas. Me dejé el cabello suelto porque sabía que a ella le gustaba y me quedaba perfecto en este momento, y use unas argollas en mis orejas y la pulsera que hace tiempo me había regalado mi ahora novia.

—Te ves preciosa — escuché y giré para verla.

Ambas habíamos coincidido que era mejor cambiarnos en lugares diferentes, mejor dicho yo saqué las cosas de la habitación aunque no le hizo gracia no protestó y yo sabía el motivo, solo querría comérmela si la veo sin ropa.

Ahogue un grito al verla, estaba preciosa, ¡mierda!, ¿ella es real?, ¡Dios!, ¿porqué tienes que vestirte así?

—¡Dios!, ¡¿quieres matarme?! — pregunté y negué — estas...estás tan hermosa— suspiré — ¡dios!, que hermosa eres — caminé hacia ella e intenté besarla pero puso su dedo índice en mi boca.

Amor Ilícito •|Selena Gomez|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora